El melón es una fruta que contiene bastante cantidad de agua e ideal para prepararlo en forma de sopas o cremas frías. En el mercado encontramos diferentes variedades, siendo las más extendidas la Cantalupo, el Galia y el Piel de sapo. Para esta receta nos decantamos por la primera aunque ambas tienen propiedades diuréticas, depurativas y ligeramente laxantes. Le añadimos jamón serrano y un toque de lavanda. Asegúrate de usar un buen jamón serrano o ibérico para obtener el mejor sabor. La calidad del jamón influirá significativamente en el resultado final.
Además, esta sopa no solo es refrescante, sino que también es muy nutritiva. El melón es rico en vitaminas A y C, así como en antioxidantes, mientras que el jamón aporta proteínas y un delicioso sabor salado.
Si quieres que tu presentación suba de nivel, coloca unas lonchas de jamón sobre cada recipiente de sopa. Puedes romper el jamón en pedazos más pequeños o colocarlo entero, según tu preferencia. Añade unas hojas de lavanda o menta fresca para decorar si lo deseas. Le darán un aroma maravilloso.