Desde los países nórdicos nos llega un café con cierto toque ácido que ha inspirado esta receta en la que la vainilla pone el acento dulce, a la vez que acentúa el sabor a moras rojas de esta edición. Pero tú puedes hacerlo con cualquier tipo de café, siempre que sea lo suficientemente fuerte como para no ocultarse tras la nata, los arándanos rojos y la propia vainilla.
Gambones al horno, receta fácil y para todos los bolsillosPor Susana Baticón