En la confección de los huesos de santo, cuyo origen parece estar en el siglo XVII, intervienen las almendras, el azúcar y, a veces, la patata. Con estos ingredientes se elabora una pasta en forma de canuto que se enrolla posteriormente sobre el relleno, consistente en un almíbar de yema y azúcar. Hoy en día conocemos otras versiones con rellenos distintos: café, fresa, crema, o como en este caso, una ganache de chocolate.
'Flan pâtissier' o tarta de flan, el postre que te volverá locoPor Susana Baticón