Con un poco de tiempo, y siguiendo nuestros consejos, obtendrás los mejores resultados para hacer esta receta de la cocina italiana más tradicional, originaria de Nápoles. Preparar masa de pizza en casa no es complicado. Ya había antecedentes de esta elaboración en Grecia y Roma pero fueron los napolitanos los que consiguieron popularizarla y hoy goza del título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se suele comer en restaurantes, trattorias y pizzerías, o pedir a domicilio, pero hacerla en casa ¡es una experiencia de lo más gratificante!
¿Cuáles son los ingredientes de la masa de pizza?
Su sencillez se refleja también en los ingredientes que lleva, pues tan solo son necesarios para hacer una masa de pizza casera cuatro: harina, levadura (seca o fresca), agua y sal. Así que, si tienes antojo de una buena pizza, tan solo tendrás que ir a la despensa y recopilar estos productos, que habitualmente tenemos en casa.
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¿Cómo hacer masa de pizza casera?
Es un proceso que requiere de su tiempo para desarrollar las proteínas de la harina que forman el gluten que es el que aporta estructura y elasticidad a la masa y para que la levadura actúe actuar para que la masa crezca, adquiera su sabor característico y dé como resultado una textura ligera y crujiente. Su elaboración es fácil y se resume en unos pocos pasos.
- Mezclamos la harina con la sal y hacemos un hueco en el centro.
- Incorporamos la levadura disuelta en un poco de agua tibia, mezclamos y vamos añadiendo el resto de agua.
- Amasamos, formamos una bola, tapamos y dejamos reposar durante 1 hora.
- Dividimos la masa en varias partes iguales, las tapamos y esperamos a que fermenten durante 1 hora más.
- Estiramos sobre una superficie enharinada, colocamos la pizza en una bandeja con los ingredientes que más nos gusten.
- Horneamos unos 10 minutos a máxima temperatura.
Consejos para preparar masa de pizza casera
Si quieres conseguir una buena masa de pizza casera, aquí tienes varias recomendaciones infalibles.
- No te compliques mucho con la harina y opta siempre por una de fuerza (en la etiqueta pone 00).
- Si quieres conseguir un sabor y una textura 'más rústica', mezcla un 70% de harina de fuerza y un 30% de harina integral.
- El aceite de oliva no es imprescindible pero aporta elasticidad e hidratación a la masa.
- Un buen amasado también es importante para obtener una textura lisa. Primero se amasa en el bol, se saca a la superficie de trabajo y se continúa con el amasado desde el centro hacia fuera.
- Tapa con un paño húmedo la masa para su reposo.
- No sobrecargues de ingredientes la masa y si tienen mucha humedad, cocínalos previamente para que no suelten agua durante la cocción de la pizza y la reblandezcan.
- Para lograr una pizza supercrujiente, precalienta el horno al máximo durante unos 15-20 minutos, echa un buen chorro de aceite en la bandeja y añade el queso en los últimos dos minutos de cocción para que no suelte agua ni grasa y ni ablande la masa.
- Una vez sacada del horno, retira enseguida la pizza de la bandeja y déjala enfriar unos minutos en una rejilla. Esto es importante para que se seque bien por debajo y consigas una mejor textura.
- Puedes hacer toda la cantidad de masa de pizza que quieras porque congela fenomenal.