Un cena perfecta para todos, en la que no debes emplear más de diez minutos y que, con un sencillo aliño, se convierte en un plato para chuparse los dedos. Y nunca mejor dicho, porque esta receta se come con las manos. Para aligerarla, no la acompañes de patatas fritas, búscale otra guarnición, como una ensalada.
Carrilleras al vino tinto: la receta más tradicionalPor Susana Baticón