Esta es una forma de congelar fruta para refrescarnos de lo más saludable, ya que no añadimos nada azúcar. En lugar de abusar de helados cargados de calorías, podemos optar por esta versión fresquita cuando el calor aprieta para tomar al final de una comida o una cena, así como para una merienda o tentempié. Vamos a hacerla con sandía, pero puedes optar por cualquier otra fruta.
Gambones al horno, receta fácil y para todos los bolsillosPor Susana Baticón