La langosta es uno de los mariscos más apreciados gastronómicamente, de la familia del bogavante, pero sin sus grandes pinzas, y emparentada con los cangrejos de río. Es ideal para calderetas, arroces, fideuás... pero también para preparar cocida o a la brasa, como en la siguiente receta, en la que vamos a impregnarla de una mantequilla de perejil y limón.
Ingredientes
- 2 unidades de langosta vivas (800 gramos cada una)
- 40 gramos de mantequilla
- 20 mililitros de aceite de oliva virgen
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- 1 unidades de zumo de limón
- sal
Preparación
- Cocemos las langostas partiendo de agua fría durante 5 minutos.
- Retiramos del fuego, las colocamos apoyadas sobre su parte plana y hacemos un corte longitudinal de la cabeza a la cola y para dividir cada una en dos mitades.
- Calentamos la mantequilla con el aceite en un cazo a fuego lento hasta que se derrita.
- Pincelamos con la mitad del contenido del cazo la parte de la carne de cada langosta, rociamos con el zumo de limón y espolvoreamos con el perejil picado y una pizca de sal.
- Las colocamos en la parrilla sobre las brasas con el lado abierto hacia abajo durante 4 minutos.
- Damos la vuelta y las ponemos con el lado abierto hacia arriba durante 2 minutos más.
Presentación
Disponemos las medias langostas en los platos y rociamos con la mantequilla restante derretida con el aceite.
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