EL vino rosado es uno de los que más se consumen en verano. Y la sangría también es una bebida muy típica cuando suben las temperaturas. Así que ¿por qué no unirlos? El resultado es igual de refrescante y delicioso que el de la sangría más tradicional, sólo que cambiamos el tinto por rosado y añadimos alguna fruta distinta de las clásicas. Eso sí, hay que moderar el consumo por su contenido en alcohol.
Tinto de verano en casa, paso a pasoPor Susana Baticón