Prueba a hacer esta especie de magdalenas saladas pero sin harina, a las que le aportamos la consistencia con los quesos y el huevo. Su sabor a tomate es irresistible y su elaboración es muy sencilla. Necesitamos ingredientes que habitualmente tenemos en la despensa o en la nevera de casa, así que ¡no tienes excusa para ponerte manos a la obra!
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