Habitualmente comemos las espinacas cocidas o salteadas y rehogadas, pero crudas son deliciosas y tienen mucha más vitamina C que cocinadas. Son ideales para incluir en ensaladas, previamente lavadas y secas. En la siguiente receta vamos a acompañarlas de varios vegetales como setas, apio, zanahoria, cebolla, nueces y queso parmesano. Puedes tomarla templada o fría.
Gambones al horno, receta fácil y para todos los bolsillosPor Susana Baticón