El morcillo de ternera es una de las mejores piezas para estofar. Después de una cocción larga, su textura queda melosa y es perfecta para servir con su propia salsa. Aquí la cocinaremos lentamente con vino tinto y dos tipos de setas: rebozuelos y champiñón. Elige un vino de calidad, no hace falta que sea el más caro, pero influirá en el resultado final de la receta.
Ingredientes
- 750 gramos de morcillo de ternera en trozos muy pequeños
- 100 gramos de rebozuelos (setas)
- 150 gramos de champiñones portobello
- 500 mililitros de vino tinto
- 200 mililitros de caldo de verduras
- 2 unidades de cebolla
- 2 unidades de dientes de ajo
- tomillo
- romero
- 1 trozos de chocolate (pequeño)
- perifollo
- harina
- aceite de oliva
- sal
- 1 pizca de guindilla
Preparación
- Enharina los trozos de ternera y fríelos con un chorro de aceite de oliva. Saca y reserva.
- En ese mismo aceite, rehoga las cebollas peladas y cortadas en juliana, y 1 diente de ajo picado, a fuego medio-bajo, durante 10 minutos.
- A continuación, incorpora la carne, el vino tinto, el caldo, el romero, el tomillo, una pizca de guindilla y la sal.
- Cuece tapado, a fuego bajo, 1 y 1/2 h aproximadamente.
- Limpia y trocea todas las setas y saltea en una sartén con un poco de aceite.
- Cuando se haya evaporado el agua que sueltan, añade el otro ajo picado y rehoga 2 minutos más.
- Junta las setas con el guiso y deja cocer 10 minutos.
- Prueba de sal y rectifica si es necesario.
- En el último momento, añade el chocolate.
- Remueve bien y sirve con ramitos de perifollo.
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