Las alitas de pollo más ricas han de quedar crujientes por fuera y jugosas por dentro. Esta pieza antiguamente poco valorada desde un punto de vista gastronómico se puede cocinar frita, al horno o a la parrilla. Y lo ideal es acompañarlas con alguna salsa. Presentes en los restaurantes de cocina norteamericana, también podemos hacerlas en casa con recetas como esta para la que usaremos naranja, limón, piñones y miel.
'Fetuccine' AlfredoPor Susana Baticón