'Quiche' de beicon y queso Gruyer

1. Preparamos la masa quebrada la noche anterior o, por lo menos, unas 4 horas antes de hacer la quiche, para que repose.
2. Ponemos la harina en una ensaladera, espolvoreamos con un poco de sal y añadimos la mantequilla en trocitos pequeños para que se ablande.
3. Con las manos, mezclamos esto ligeramente, añadiendo la yema y haciendo una especie de serrín grueso.
4. Echamos entonces poco a poco (en 3 veces) el agua.
5. Espolvoreamos una mesa con harina y terminaos de amasar sobre ella.
6. Una vez hecha la masa, formamos una bola grande, la metemos en un bol y dejamos reposar en un sitio fresco.
7. Cuando llegue el momento de hacer la quiche, espolvoreamos harina en una mesa de mármol y extendemos con el rodillo la masa, dándole forma redonda.
8. Untamos un molde de unos 26 cm de diámetro con bordes altos (unos 4 cm) con bastante mantequilla.
9. Doblamos la masa y la trasladamos al molde, colocamos bien con los dedos teniendo cuidado de que quede de igual grosor por todos los lados.
10. Recortamos lo que sobra de los bordes con un cuchillo.
11. Pinchamos con un tenedor todo el fondo de la masa (sin que las púas lleguen a traspasarla).
12. Metemos en el horno, previamente calentado, a 150° durante unos 20 minutos para que cueza la masa sin tomar nada de color.

Batimos mucho los huevos, salamos y añadimos el bacon troceado, las lonchas de queso, la nata líquida y la leche y mezclamos todo muy bien.

1. Volcamos esta mezcla sobre la masa, espolvoreamos con queso rallado y horneamos de nuevo, primero unos 15 minutos a 180°C y luego otros 25 minutos más a 150°C.
2. Sacamos cuando tenga un bonito color tostado y gratinado, dejamos reposar, desmoldamos y servimos en porciones.