- Tipo: Postres
- Nº de Personas: 4
- Autor: Jennifer Soro (Receta de los lectores)
Ingredientes:(para 10 muffins XL o 20 muffins normales)
113 gramos mantequilla (a temperatura ambiente)
227 gramos queso cremoso (tipo Philadelphia)
220 gramos azúcar
2 huevos
218 gramos harina
1 cucharadita de levadura
½ cucharadita de bicarbonato
¼ cucharadita de sal
60 ml leche
Mermelada de fresa (sin trozos)
Puñadito azúcar granulado
Azúcar glass para decorar
Preparación:
Lo primero que hay que hacer es decidir qué tipo de muffins vamos a preparar, es decir, el tamaño.
Podemos preparar unos 10 muffins de tamaño XL (gigantes) o unos 20 muffins de tamaño normal o incluso una combinación de tamaños si disponemos tanto de moldes normales como para muffins más grandes.
En mi caso, me decanté por una combinación de ambos; de ahí que veáis distintos moldes en las fotos.
Una vez decidido, preparamos las cápsulas en el molde y precalentamos el horno a 180ºC.
No me cansaré de mencionar que es muy importante que conozcamos bien nuestro horno.
Si se parece en algo al mío, no puedo precalentar al comienzo de la preparación de la receta pues alcanzaría una temperatura demasiado alta para cuando fuese a hornearlos (tengo un horno que va muy rápido).
Si en cambio, tenemos un horno mejor calibrado, el comienzo de la preparación es el momento perfecto para precalentar.
Cogemos un bol y batimos la mantequilla (a temperatura ambiente), el queso cremoso (Philadelphia o parecidos) y el azúcar con una batidora de varillas hasta obtener una consistencia cremosa.
Añadimos los huevos y mezclamos bien.
En otro bol, tamizamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Integramos lo tamizado a la mezcla cremosa y volvemos a batir.
Agregamos la leche y mezclamos de nuevo.
Repartimos la masa en las cápsulas para muffins.
Rellenamos a ¾ de la capacidad de la cápsula o una pizca menos.
Añadimos una cucharadita (si estamos haciendo muffins tamaño normal) o media cucharada sopera (si hacemos muffins gigantes) de la mermelada de fresa encima de la masa de cada cápsula.
No pasa nada si tiene algún grumo o tropezón, pero es preferible que sea una mermelada fácil de manejar.
Podemos añadir el sabor de mermelada que más nos guste o jugar con los sabores y en lugar de utilizar únicamente mermelada de fresa podemos poner de varios tipos, o incluir pepitas de chocolate con leche o chocolate blanco, etc.
Depende de lo experimental que queramos ser en la cocina en el momento de prepararlos.
Recomiendo las siguientes combinaciones: mermelada de fresa con pepitas de chocolate blanco… y mermelada de naranja con pepitas de chocolate con leche…
A continuación, removemos la masa y la mermelada con un palillo hasta que se forme una especie de espiral de color (cuando ya queda integrada la mermelada en la masa).
Tener cuidado al remover de no rasgar el fondo de la cápsula con el palillo y causar alguna grieta.
Con unos pocos movimientos suaves del palillo bastará.
Espolvoreamos cada cápsula con un poco de azúcar granulado para que al salir del horno tenga un brillo bonito.
Horneamos aproximadamente durante 30 minutos si se trata de muffins XL o 20 minutos si se trata de muffins de tamaño normal, vigilando bien el horno hacia el final del tiempo indicado.
Una vez que vemos que han adquirido un bonito color dorado y una capa de aspecto crujiente por arriba (a los 25 minutos si hacemos los muffins gigantes y a los 15 minutos si hacemos los normales), podemos apagar el horno y dejarlos unos 5 minutitos. No conviene sacarlos rápidamente del horno pues la diferencia de temperatura puede ocasionar que se hundan ligeramente.
Una vez fuera del horno, dejamos que se enfríen y espolvoreamos con un poquito de azúcar glass para decorar.
Como resultado tendréis unos deliciosos muffins de queso cremoso y mermelada de fresa de lo más esponjosos y cubiertos por una crujiente capa azucarada.
¡Ideales para tomar en cualquier ocasión!