- Autor: Andrés Madrigal
- Tipo: Postres/Repostería
- Dificultad: Media
- Nº de Personas: 4
Para el helado de queso
1 vaso de agua de rosas de la utilizada para macerar las fresitas
125 gr de azúcar
10 cl de nata líquida
300 gr de queso fresco
Para el jugo
150 g de azúcar blanca
1 kg de fresas del bosque muy maduras
1 ramillete de menta negra.
5 g de pimienta verde machacada
Para las fresas
125 cl de agua de rosas
1/2 kg de azúcar blanca
600 g de fresitas silvestres
50g de mantequilla
5 ml de zumo de limón
Preparación:
Las fresas:
Espolvorearlas con el azúcar, añadir el limón y sumergirlas en el agua de rosas.
El jugo:
Saltear las fresas maduras con la mantequilla, el azúcar y la pimienta verde. Cocinar unos 15 minutos. Filtrar el jugo. Cuando esté aterciopelado, picar la menta y añadir al jugo.
El helado de queso:
Tomar un vaso de agua de rosas de la usada para macerar las fresitas. Hervir el agua de rosas, añadir el queso, el azúcar y la nata. Pasar por un vaso de licuar y colar. Dejar reposar 2 horas e introducir al congelador o sorbetera.
Presentación:
En plato sopero, disponer las fresitas con un poco de caldo. Con una cuchara sopera, elaborar una quenefa (porción de helado ovalada) y dejarla caer suavemente en el centro.
Consejo del chef
Calentar la cuchara sopera en agua para que penetre mejor en el interior del helado: se hace mejor la «ola» si ésta es ovalada. Es un postre muy refrescante y digestivo gracias a la pimienta verde. Ideal para los problemas circulatorios.