Las celebrities son aquellas personas que, bien por el ejercicio de su profesión o dada la jerarquía de su posición social, son conocidas por la mayoría, también tienen intereses más allá del desempeño que les hizo adquirir notoriedad.
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Uno de ellos es el vino, pero no consumirlo, que también y ya lo abordaremos en próximamente, si no elaborarlo.
Por tanto, esta vez vamos con diez ejemplos de personalidades altamente involucradas en proyectos vitivinícolas.
No son casos en que tengan este activo como inversión, o solo como tal. Las siguientes bodegas son fruto de la pasión por esta cultura por parte de sus propietarios. Vamos con ellos.
David Silva. Bodegas Tamerán, Vijariego Blanco, 2021, DO Gran Canaria. 38 euros.
Empezamos con el futbolista, ahora en la Real Sociedad, leyenda de la selección española y, entre otros, del Manchester City, en donde tiene hasta estatua.Poco me parece.
La vinculación de Silva con el vino va más allá de ser el dueño de esta bodega situada en Gran Canaria que, a pesar de su corta trayectoria, ya están elaborando blancos de impresión. De lo que hacen, esta Vijariego es mi preferida.
Es de los nuestros, un winelover, no es raro ver a David en un salón de vinos, participó en el Campeonato de España de cata a ciegas por equipos, e incluso ha prologado el ya bestseller vínico del momento de la editorial Muddy Waters Books “Deja Todo o Deja el Vino”, escrito por el que esto escribe, o sea, por mí.
Carole Bouquet. Sangue d´Oro, Passito di Pantelleria, Italia. 104,25 euros.
La actriz francesa es otra que tiene un especial interés en el vino, y no, o no solo, por su relación con otro gran iniciado como es su expareja Gerard Depardieu.
Aquí lo curioso es que ella, francesa, decidiera instalarse en Italia, en concreto en la Isla de Pantelaria, para elaborar este sensacional vino dulce color oro. Pero bueno, el caso es que es una maravilla.
Brad Pitt. Miraval Rosé, 2021, Côtes de Provence, Francia. 19,50 euros.
Este proyecto está sufriendo un trance del que ya hablamos aquí y que tiene preocupado a Brad Pitt al haber entrado en su accionariado el grupo Stoli a través de la venta de la parte de Angelina Jolie.
El vino es un rosado provenzal cuya parte ejecutora corresponde a la familia Perrin, la misma del mítico Château de Beaucastel, por lo que presenta buen nivel, aunque por este precio existen mejores opciones.
No podemos obviar que su éxito se basa en la identidad de sus propietarios, aun así, por pura curiosidad, deberíais probarlo.
Lluís Llach. Vall Llach, Mas de la Rosa, 2019, DOQ Priorat. 265 euros.
A diferencia del anterior aquí sí que resulta difícil encontrar tintos mejores que este Mas de la Rosa elaborado por la bodega del cantautor Lluís Llach.
Nos instalamos en la excelencia, esta es su referencia de clase mundial, pero tiene otros tintos, y algún blanco, más asequibles que siempre destacan dentro de cada gama de precio. Su regularidad es asombrosa y su nivel también.
Maynard James Keenan, Caduceus Cellars, Primer Paso, Arizona, Estados Unidos. 50 dólares.
Seguimos dentro del mundo musical, pero ahora con un género muy diferente, nos vamos al metal progresivo o rock alternativo con el cantante bitonal de grupos como Tool o A Perfect Circle.
Maynard James Keenan es un cantante salvaje y esa pasión también la pone en sus viñedos desérticos de Arizona.
En su Instagram @caduceuscellars podréis ver el grado de involucración de este icono del rock en su bodega. Sus vinos son difíciles, por no decir imposibles, de ver en Europa, pero si hacéis un viaje por la parte oeste de Estados Unidos ya su accesibilidad mejora, si podéis no dejéis de probarlos.
Roberto Verino. Gargalo, Treixadura-Albariño, 2020, DO Monterrei. 13,50 euros.
El afamado diseñador de moda tiene un auténtico compromiso con sus vinos y su origen, ya que va haciendo patria con ellos allá por donde viaja.
Paradójicamente, fui yo quien fue a verle a su tierra en donde pudimos compartir unos vinos entre los que se encontraban los de Gargalo, su proyecto vitivinícola desde finales de los 90, que orgulloso no dudó en compartir conmigo. De todos, el que os recomiendo es este blanco afilado y fresco que os evocará a Galicia desde el primer trago.
Amaya Arzuaga. Amaya Arzuaga 2019, DO Ribera del Duero. 81,80 euros.
Seguimos con la moda, pero aquí en un caso curioso y es que bodegas Arzuaga fue fundada por el padre de Amaya, Florentino Arzuaga, a principios de los 80.
No sé si hace falta mencionarlo, pero su hija con lo que adquirió notoriedad fue con su marca textil, en donde se situó como una de las firmas españolas de mayor prestigio.
Amaya nunca le perdió el interés al vino, pero es ahora cuando más implicada está en este proyecto, el tinto homónimo aquí recomendado es solo una muestra de ello. Alta costura líquida.
Francis Ford Coppola. Coppola, Diamond Chardonnay, 2019, California, Estados Unidos. 18,60 euros.
Uno de los casos más famosos del planeta dado el nivel de popularidad del cineasta y de su tremenda afición por el vino.
Yo he escuchado auténticas gestas vínicas de gente que ha coincidido con el director en una mesa, tanto por volumen de botellas consumidas como por su calidad (y precio).
El caso es que también tiene viñedos y, por consiguiente, vino con una gama de precios bastante asequibles. Aunque aquí debo decir que tiene mejor mano con la cámara que con las uvas, pero es que el nivel estaba muy alto.
Andrea Pirlo. Pratum Coller, Arduo, 2015, Montenetto, Italia. 31,88 euros.
Otra leyenda del futbol, y otro jugador superclase, nos ocupa con esta bodega situada en Montenetto en su región natal de Brescia.
Cabe decir que si los vinos de Silva tienen tanta técnica y precisión como su propietario, aquí el modelo no se replica. Si ver jugar a Pirlo era presenciar una actuación plena de estética y eficacia, sus vinos no son tan sutiles.
Vamos a decir, por elegir un ejemplo concluyente, que sus vinos se parecen más al juego de Gattuso, circunstancia que no se debe entender mal y es que estamos ante un tinto más potente que fino, pero disfrutable en todo caso.
Carlos Sainz. Pegaso, Barrancos de Pizarra, 2019, DO Cebreros. 33,50 euros.
Y cerramos quedándonos en el deporte, pero en este caso dentro del mundo del motor, con el piloto Carlos Sainz que se asoció con la no menos estrella de la elaboración de vinos Telmo Rodríguez, en este viñedo de Ávila, que depara vinos de una elegancia y facilidad de trago, sin menoscabo de complejidad, tremenda.
Grandes vinos.
Se nota que en este proyecto hay alguien al volante.