Del sábado 23 septiembre al viernes 22 de diciembre. Es el período de tiempo en que, en este 2023 y en el hemisferio norte, nuestro calendario marcará su estación otoñal. Una época que, en lo culinario, resulta fascinante. De hecho, no son pocos los chefs que no dudan en elegirla como su favorita: las setas, la caza, frutos como la calabaza, mazanas, peras, castañas, membrillos, sin olvidar algunos maricos y pescados… ¡un festival!
Pero es que, además de resultar especialmente sabrosos, el hecho de que estén de temporada hace que resulten más económicos y sostenibles (no es necesario traerlos de tierras lejanas). Sin olvidar, claro, que mantienen todas sus propiedades nutricionales. Es por ello que hoy queremos recuperar esa lista de la compra de otoño, con sus grandes ‘estrellas’. Y es que incluirlas en tu carrito resulta una idea inmejorable.
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VERDURAS DE HOJA VERDE
Alimentos como espinacas, acelgas, lechuga, berros, rúcula… aunque podemos disfrutarlas todo el año, lo cierto es que muchas estas verduras nos ofrecen su mejor momento cuando los termómetros bajan. Son buena fuente de vitaminas, de fibra, antioxidantes… Además, su aporte calórico es bajísimo. De modo que, para una alimentación saludable, no dudes en pintar tu dieta de verde este otoño con este tipo de alimentos.
COLES
También las denominadas crucíferas (coliflor, brócoli, coles de Bruselas, berzas, romanesco, nabos, repollos, lombardas…) tienen su momento óptimo cuando el frío hace aparición. Resultan igualmente saludables. El único problema es que este tipo de verduras no siempre son muy ‘populares’ entre todos los miembros de la familia… Muchas veces esto tiene que ver con la sobrecocción con que estamos acostumbrados a cocinarlas. Prueba a dejarlas un poco más ‘al dentes’ y notarás la diferencia.
MANZANAS, PERAS Y NARANJAS
Es cierto que el frutero no presenta la misma riqueza, color y variedad que en los meses más calurosos; se acabó el tiempo de melones, ciruelas, melocotones, paraguayos… Pero eso no quiere decir que las manzanas, peras, y cítricos como naranjas o mandarinas… no nos ofrezcan un montón de beneficios tanto nutricionales (si las tomamos al natural, son una magnífica fuente de vitaminas y fibra) como culinarios, dado el norme juego que nos ofrecen en el terreno de la repostería.
CALABAZAS
El otoño también sabe, y mucho, a calabaza. Un fruto lleno de propiedades beneficiosas; es rica en agua, en fibra, en carotenos y tiene una baja densidad calórica. Además, en cocina resulta especialmente versátil porque el sabor dulzón de su pulpa hace que sea igualmente adecuada para recetas de repostería (tartas, bizcochos…), así como para platos salados. En crema o sopa resulta, por ejemplo, muy sabrosa. También funciona muy bien como guarnición para platos de carne, o como ingrediente para recetas de pasta… Tú eliges.
BONIATO
Como su prima-hermana la patata, el boniato (también conocido como camote, patata dulce o batata) nos ofrece igualmente muchas posibilidades de cocinado. Podemos disfrutar de este tubérculo, propio de los meses más fríos, en forma de purés y cremas, en recetas de repostería y queda también muy rico cocinado en forma de bastones alargados, como si fueran patatas fritas. Tampoco de olvides en otoño de otras raíces y tubérculos como nabos, apionabos, chirivías, zanahorias, remolachas…
CAQUIS
Con la llegada de octubre llega también la temporada del caqui (conocido también como palosanto, persimonio, persimon, o zapote). Fruto de un árbol originario de Asia, su piel es lisa, brillante y color naranja intenso, y su sabor es áspero y muy astringente, pero al madurar adquiere una textura fina y un sabor muy dulce. Podemos emplearlo para hacer recetas dulces y saladas, y a nivel nutricional es rico minerales como el potasio y en vitamina A.
UVAS
Asociadas irremediablemente a la Navidad, en realidad, es precisamente ahora cuando las uvas encuentran su mejor momento. Es época de vendimia, y esta fruta resulta especialmente rica en esta época. Albillo, moscatel, aledo, villanueva, chelva… son algunas de las variedades de ‘uvas de mesa’ de las que disponemos en el mercado. Otra magnífica fuente de vitamina, fibra y antioxidantes así que… ¡no esperes a Nochevieja para meter las uvas en tu carrito de la compra!
CASTAÑAS
Simplemente asadas en sartén, horno o microondas resultan un snack de lo más saludable. Y es que las castañas, cuyo nombre se asocia también a la época otoñal, son fuente de vitaminas, minerales, su índice calórico no es demasiado elevado (curiosamente, a pesar de ser un fruto seco, su propiedades nutritivas son más parecidas a las de un cereal). Por supuesto, también nos encantan de mil maneras más: en forma de puré, sopa o crema, como ingrediente de flanes, souflés, bizcochos… ¡sus posibilidades son infinitas!
CHIRIMOYA
Otra fruta que aparece en los mostradores de los mercados con la llegada de las estaciones más frías es la chirimoya. Una ‘golosina natural’ cuyo origen se remonta a los Andes peruanos y a las montañas de Ecuador, donde crece espontáneamente. Los españoles la denominaron 'manjar blanco' cuando la descubrieron en América y fueron ellos los que la trajeron a Europa. Con un tamaño similar al pomelo, la chirimoya presenta una fina piel verde y una pulpa interiores carnosa y blanda, con numerosas semillas negras y un delicioso sabor dulce.
GRANADAS
Otro alimento que puede alegrar nuestro frutero en otoño es la granada. Es diurética, tiene una gran capacidad antioxidante, aporta vitaminas… ¡súper saludable! Puedes comer sus granos al natural, o bien en zumo, o usarlos como ingrediente para infinidad de preparaciones. Queda muy rica, por ejemplo, en ensaladas, aportando un toque muy crunchy, así como en repostería, guarniciones…
MEMBRILLOS
Debido a su acidez, astringencia y dureza de la carne, el membrillo no se puede consumir en fresco. Sin embargo, este fruto típicamente otoñal es el ingrediente protagonista no solo del famoso Dulce de membrillo, sino también de mermeladas, chutneys que acompañan a la perfección de platos de carne, tartas, pasteles, etc.
SETAS
Para la legión de fans de la micología, la llegada del otoño es una de las mejores noticias posibles. Y es que, aunque hay algunos tipos de setas más propias del verano y la primavera, son los meses finales del año cuando la naturaleza proporciona la mayor variedad y calidad de setas y hongos: boletus, níscalos, rebozuelos, trompetas de la muerte, amanitas…
PESCADOS Y MARISCOS
También el otoño es una época magnífica para los amantes del marisco, que pueden empezar a disfrutar de productos como almejas, ostras, centollos, mejillones, nécoras… y, además, hacerlo sin dejarse el bolsillo en el intento. Asociamos estos productos a los banquetes navideños y, sin embargo, durante los meses previos, resulta mucho más económico disfrutar de una buena mariscada. En relación a los pescados, encuentran buen momento bacalaos, besugos, meros, palometas, salmonetes, pez espada, emperador, congrio… De río, la pescado como la perca o la carpa. Y las doradas o lubinas de piscifactoría son también buenas alternativas.
CAZA
Para los más carnívoros también hay buenas noticias: los mejores platos de carne de caza, ya sea mayor (corzo, jabalí, ciervo…) o menor (codornices, perdices, pichones, becadas…), también se sientan a la mesa durante el otoño. Un tipo de cocina que no suele despertar términos medios; o no te dice mucho o, directamente, ¡te apasiona!
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