¡Cómo nos gusta en ¡Hola! Cocina la despensa típica de otoño! Quizá pueda parecer una estación algo tristona o melancólica… pero, al menos en lo culinario, es un verdadero festival. Sin ir más lejos, ya en los últimos días os hemos dado algunas ideas para empezar a ‘comernos’ el otoño con recetas a base productos como el membrillo, las setas…
Vamos hoy con otro ‘tesoro’ gastro tan característico de esta época como lo son las castañas. Son muchas las cosas que nos encantan de este alimento... Una de ellas es que, simplemente al natural o asadas, se presentan como una deliciosa alternativa a la hora de disfrutar de snacks sanos (sí, hay vida más allá de la manzana o el yogur natural).
Si las quieres hacer en el horno
Tan sencillo como colocar un papel sulfurizado sobre una bandeja de horno, colocar las castañas con suficiente espacio entre sí para que el calor les dé por todos sus lados (habiéndoles hecho previamente una incisión o cruz en la piel para que no ‘exploten’) y tenerlas unos 20 minutos a una temperatura de entre 200 y 220 grados.
En el micro, para una versión exprés
Si no dispones de mucho tiempo, puedes usar también el microondas. Les haces una incisión en la piel, las colocas, bien esparcidas en un plato o fuente, las metes durante dos o tres minutos en el microondas (a una temperatura de uno 600-800W) y listo.
BUENOS MOTIVOS PARA INCLUIR LAS CASTAÑAS EN LA DIETA
Pero hay muchas más razones por las que nos rendimos a la ‘castañamanía’. Aquí van unas cuantas:
- Ayudan a controlar el apetito. Las castañas son buena fuente de fibra. Los alimentos ricos en este nutriente nos ayudan a saciarnos y, en consecuencia, a controlar mejor el apetito. Cuando ingerimos un alimento saciante, la sensación de hambre tarda más en aparecer. Además, aportan al organismo vitaminas (del grupo B y E) y minerales (son especialmente ricas en potasio).
- Menos calorías que lo que pueda parecer. Una de las peculiaridades de las castañas es que, aunque es un fruto seco, sus propiedades nutritivas son más parecidas a un cereal. Por lo tanto, la cantidad de grasa que tienen en su composición es menor (en crudo, no alcanzan las 200 calorías por cada 100 gramos de producto). Esto no significa, por supuesto, que haya que ‘demonizar’ nueces, avellanas, almedras… ya que, aunque más calóricas que las castañas, sus grasas son también saludables.
- Alimento de temporada. No hay chef o nutricionista que no se canse de repetir la importancia de apostar siempre que se puede por los productos de temporada. Y es que todo son ventajas: están más sabrosos que nunca, podemos aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales, son más económicos, y en muchos casos, más sostenibles a nivel medioambiental (muchas veces, con el fin de disponer todo el año de determinados alimentos, incluso fuera de temporada, se importan desde otras latitudes, con la huella de carbono que esto implica). Así que, aprovecha el otoño para disfrutar de sus mejores alimentos, entre ellos, las ricas castañas.
- Son poco perecederas. Las castañas no son un producto demasiado perecedero. Si al comprarlas te aseguras de que están en buen estado (deberán ser firmes, pesar en la mano y tener la piel brillante), y las conservas bien en casa -en un sitio fresco y seco- te pueden durar semanas. Incluso es posible congelarlas (mejor sin piel).
- Muy versátiles en cocina. Además de en crudo, y simplemente asadas como comentábamos antes, las castañas pueden convertirse en ingrediente protagonista de infinidad de recetas, tanto en el terreno salado (purés, cremas y sopas, ensaladas, como guarnición para platos de carne…) como, por supuesto, en el dulce. Desde las conocidas marron glacé (castañas confitadas en un sirope de azúcar) hasta su uso para la preparación de tartas, bizcochos, flanes.
ALGUNAS RECETAS CON SABOR A CASTAÑA
A continuación, os proponemos algunas recetas que muestran a la perfección esta versatilidad culinaria de las castañas. Para acceder al ‘paso a paso’ solo tienes que clicar sobre las imágenes.
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Paso a paso: Pollo asado con castañas y tomates cherry
Un plato de lo más otoñal, donde las castañas (cocidas aquí previamente en leche ) hacen el papel de rica guarnición para el pollo. Asaremos este último en trozos y sumaremos también unos tomatitos cherry.
Paso a paso: Mousse de castañas y chocolate
Usamos aquí las castañas para hacer una mousse que también lleva chocolate. Un postre súper cremoso y muy rico, que, además, no tiene mucha complejidad en su elaboración.
Paso a paso: Crema de castañas
Damos aquí forma de crema a las castañas. Entre los ingredientes encontramos también patatas, puerro, ajo, caldo de pollo y vino moscatel. Anímate a hacerla, está deliciosa y su elaboración es sencilla.
Paso a paso: Parfait de castañas
El parfait es un postre o sorbete semifrío que suele elaborarse a base de nata y fruta y se congela ligeramente. A veces lleva también merengue. En la siguiente receta te mostramos el paso a paso para elaborar un 'parfait' de castañas a base nata, yemas de huevo, uvas, higos y miel. Lo vamos a aromatizar con piel de naranja, anís estrellado, canela en rama y acompañaremos con un sirope.
Paso a paso: Flan de castaña
Muy fácil de hacer y con un punto diferente. Así es este rico flan, con puro sabor a otoño, que gustará a toda la familia.
Paso a paso: Magret de pato con castañas
El magret es un filete de carne magra, cortada de la pechuga de un ganso o un pato cebado. Se puede comprar en fresco o confitado y es ideal para cocinarlo al horno y servirlo con salsas dulces. En este caso, lo vamos a acompañar con unas castañas y una reducción de vinagre balsámico y zumo de naranja.
Paso a paso: Suflé de castañas
De la voz francesa soufflé, el suflé es una preparación a base de claras de huevo a punto de nieve y otros ingredientes que, al cocerse en el horno, se infla y adquiere una consistencia esponjosa. Rescatamos esta técnica para elaborar este postre al que incorporaremos castañas como elemento principal.
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