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© Adobe StockAunque muy parecida al calamar -ambos son moluscos cefalópodos-, la sepia tiene sus propias particularidades pero es tan apreciada gastronómicamente como el primero.
¿En qué se diferencia la sepia del calamar?
La sepia recibe otros nombres también como jibia o choco, su cuerpo es más ancho y pequeño y posee 10 tentáculos -el calamar solo 2 y 8 brazos-.
La sepia posee un hueso en su interior, blanco y calcáreo, mientras que el del calamar -la pluma- es cartilaginoso y transparente.
Ambos cambian de color para camuflarse ante el peligro y utilizan su tinta también como mecanismo de defensa.
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¿Cómo de saludable es la sepia?
Aunque no conviene abusar de ella pues tiene un notable contenido en colesterol, la sepia es rica en yodo, imprescindible para el correcto funcionamiento de las células; tiene bastante vitamina E, que protege nuestro sistema inmune y su abundante porcentaje de selenio previene la aparición de enfermedades cardiovasculares y combate el envejecimiento celular.
Su consumo lleva asociado un gran aporte de proteínas para nuestro organismo y un reducido aporte calórico.
© Age FotostockCómo limpiar la sepia
Antes de cocinarla, hay que limpiarla muy bien. Sigue estos 5 pasos y te quedará siempre perfecta:
- Lava la sepia con agua fría y separa los téntáculos.
- Abre el cuerpo por la mitad y retira la piel o telilla que recubre su interior.
- Elimina el hueso y la bolsa de tinta que también están dentro de la sepia.
- Vuelve a pasar la sepia por agua fría y retira la piel fina que recubre el exterior.
- Sécala muy bien antes de cocinarla.
¡Cocinemos con sepia!
Tiene fama de que puede quedar con una textura dura o gomosa al cocinarla -hay quien la mete en leche previamente durante 1 hora-, pero si la secamos bien y le damos el tiempo adecuado de cocción, ¡resulta deliciosa y con la consistencia adecuada!
Muy presente en las cocinas de muchos países orientales y de la zona mediterránea, la sepia se cocina sobre todo a la plancha, pero esa es solo una de las múltiples técnicas que podemos aplicarle.
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Por cierto, que si la hacemos de esa manera, además de secarla exhaustivamente, bastará con unos minutos de cocinado para que adquiera la textura ideal, firme al mordisco pero ni blanda ni dura.
Si optamos por guisarla, lo ideal es sellarla primero y cocinarla después en una cazuela un mínimo de 25 minutos, tapada y a fuego suave, comprobando a partir de ese momento si necesita más cocción.
Además de a la plancha con ajo y perejil, queda bien con pastas, arroces, ensaladas, guisos, etc.
Te mostramos 7 de nuestras recetas favoritas con sepia.
© Age FotostockPaso a paso: guiso de alubias con sepia
Un buen plato de legumbres es una opción que siempre apetece. Somos muy devotos de los guisos de cuchara y estas alubias con sepia ¡no pueden estar más ricas!
© Age FotostockPaso a paso: ensalada de sepia con verduras y fideos chinos
La sepia igualmente podemos comerla en frío o, en este caso también templada, como parte de una ensalada con fideos chinos, tomate, cebolleta china y guindilla. Va aliñada con una vinagreta de zumo de lima.
© Adobe StockPaso a paso: pasta negra de sepia con langostinos
La tinta de este cefalópodo es un buen aliado a la hora de cocinar varios platos. Con ella se elabora esta pasta -de ahí su color- que acompañamos con langostinos, tomatitos cherry y ajo.
Paso a paso: arroz negro con sepia y almejas
El arroz negro es un acierto seguro y para elaborarlo aprovechamos tanto la tinta como la carne de la sepia y, además, le ponemos unas almejas.
© Age FotostockPaso a paso: sopa oriental con sepia
Usamos unas berenjenas con salsa de soja combinadas con sepia y unos fideos de arroz, para preparar esta deliciosa sopa con ciertos toques orientales.
© Age FotostockPaso a paso: pasta con sepia y guisantes
Nos gusta mucho cocinar este molusco con pasta y arroz. Este plato se compone de unas cintas de pasta, sepia a la plancha, guisantes y tomate rallado.
© Adobe StockPaso a paso: albóndigas con sepia y salsa de tomate
Esta última receta estaría dentro de la categoría conocida como 'mar y montaña', que implica mezclar carne y pescado o marisco -concretamente carne picada y sepia-. Cocinamos estas albóndigas en una salsa de tomate.
