Con la llegada de las lluvias otoñales, empiezan a emerger de la tierra de nuestros bosques numerosas variedades de setas. Queremos que conozcas cuáles son las más populares, sus principales características y cómo cocinarlas.
Boletus, níscalos, rebozuelos, trompetas... llegan a nuestros mercados llenos de frescura, aroma y sabor para preparar las recetas más suculentas y apetecibles. ¡Y a nosotros nos fascina la cocina con hongos y setas!
Quizás eres de las que salen al campo a buscar tus propias setas. Si las conoces muy bien, no hay problema, pero si no, no dudes en llevarlas a algún sitio especializado donde un experto verifique que las puedes consumir sin riesgo de intoxicación -hay algunas súper venenosas de consecuencias mortales-.
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Muchas veces identificamos hongos y setas como una misma cosa, pero son diferentes: los primeros son los que se encuentran debajo de la tierra y las segundas son la parte visible y comestible. Con ambos se pueden cocinar los platos más deliciosos.
CÓMO LIMPIAR LAS SETAS
En cuanto a la limpieza hemos de tener cuidado, quitarle la tierra o cualquier otro resto con un cepillo o con un trapo ligeramente humedecido, cortar las partes 'feas' y que apenas 'toquen' el agua.
Las setas son un producto con un alto valor nutricional: ricas en minerales y vitaminas, poseen una gran cantidad de fibra, antioxidantes y muy pocas calorías.
En el siguiente enlace puedes descargarte la infografía donde te explicamos cada una de las variedades de setas y llevarla en tu móvil siempre que salgas al campo y así poder identificarlas mejor.
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Boletus
De tono entre canela, pardo o marrón tiene un pie alargado y un sombrero ancho que acaba en color blanco. El sabor del boletus es ligeramente dulce con notas de avellana y en la cocina tiene un sinfín de aplicaciones: risottos, cremas, guarniciones, revueltos...
Paso a paso: crema de boletus con huevo poché
El boletus es una de las setas que más gustan. Su sabor, textura y aroma nos permiten incorporarla a los platos más exquisitos, como esta crema acompañada con un huevo poché.
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Amanita cesarea
De pie blanco y sombrero en distintas intensidades de color naranja, era la preferida por los emperadores romanos. También se conoce como oronja, yema de huevo o huevo de rey. De sabor dulce y delicado con toques a nuez, la amanitas cesarea se puede tomar cruda en forma de carpaccio o cocinada a la plancha.
Paso a paso: amanitas en láminas con trufa
La seta amanitas da mucho juego en la cociona. La preparamos laminada a la plancha y la terminamos con trufa rallada al momento y un poco de ajo en polvo.
Níscalo
También conocida con el nombre de robellón, es de pie ahuecado y corto, sombrero de color anaranjado y carne densa y compacta. De textura granulosa, combina toques dulces con amargos.
Resultan deliciosos cocinados a la brasa, salteados con ajo y perejil, en revuelto o tortilla, en guisos de carne y de pescado, con legumbres, con pasta, con arroz…
Paso a paso: tortilla de chorizo y níscalos
Optamos por una tortilla para cocinar nuestros níscalos. Los vamos a mezclar con trocitos de chorizo, cebolla y huevos.
Rebozuelo
Conocida como chantarellus cibarius, su sombrero está provisto de pliegues y tiene un color blanquecino con tonos amarillos en los bordes. Huele a orejones y albaricoques, su sabor es dulzón y se puede preparar salteada o guisada, para acompañar con arroces, pastas o carnes.
Paso a paso: rebozuelos con cebolla
Estofadas, en guisos de carne, pescado o verduras, las setas ofrecen uno de los mejores resultados. Te proponemos cocinar los rebozuelos con cebolla, judías verdes, puerro y avellanas.
Seta de cardo
De pie corto y sombrero no muy grande. Su color es variable y va desde el marrón oscuro hasta el blanquecino amarillento pasando por el marrón crema. De textura fina y firme, sabor delicado y suave, la seta de cardo se puede preparar a la plancha, frita o en guisos y arroces.
Paso a paso: setas de cardo a la brasa
Una forma deliciosa de comer setas es empanadas, a la braa o fritas. Cocinamos unas de cargo a la parrilla con ajito y perejil.
Seta pie azul
Se caracteriza por su color entre azul y violeta. De pie corto, sombrero carnoso y láminas prietas. Muy aromática, sabrosa y con notas afrutadas, la seta pie azul se recomienda cocinarla siempre. Resulta deliciosa a la plancha, en escabeche o guisos.
Paso a paso: tartaletas de setas pie azul y verduras
El color violeta es lo más llamativo de la seta pie azul que no se debe comer en crudo y siempre hay que cocinarla previamente. La vamos a usar como relleno, junto a unas verduras y un poco de vino oloroso, de unas tartaletas de hojaldre.
Senderuela
De pequeño tamaño, pie estrecho y fibroso y sombrero con un color que va del crema al avellana. Su carne es de sabor dulzón y cierto aroma a almendras y precisan de una cocción más larga que otras setas. Las senderuelas quedan deliciosas en arroces, pastas, revueltos, guisos y sopas.
Paso a paso: pasta con habas y senderuelas
La combinación de setas con pasta siempre es un acierto. En esta receta optamos por unas senderuelas que cocinaremos con unos macarrones y unas habas frescas.
Gurumelo
De pie compacto y sombrero semiesférico, presenta un color blanco que al cortarlo se vuelve ligeramente rosa. De carne compacta y densa y un aroma inconfundible a tierra húmeda con toques dulzones, da muy buen resultado a la brasa, en revueltos, en potajes de legumbres y verduras, en guisos de carne, en arroces, en patés o en carpaccios.
Paso a paso: paté de lentejas y gurumelos
Otra manera deliciosa de preparar las setas es convirtiéndolas en cremas o patés. Te proponemos preparar uno de estos últimos que, además de setas de la variedad gurumelo, incluye lentejas en conserva y berenjena asada.
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Trompeta de los muertos
De color entre gris ceniza y negro azulón, pie largo y delgado y sombrero como un embudo, hueco por dentro. Se conoce también como cuerno de la abundancia o trufa de los pobres, porque recuerda ligeramente al aroma y sabor de la trufa. Fresca o deshidratata, es ideal para acompañar guisos de carne, arroces o vegetales.
Paso a paso: risotto de trompetas negras
La combinación de arroz y setas es un clásico que nunca falla. Elegimos unas trompetas de la muerte, que es una variedad muy aromática y con ciertos recuerdos a la trufa, para preparar un cremoso risotto.
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Trompeta amarilla o naranja
Conocida también como rebozuelo anaranjado o camagroc presenta una forma 'atrompetada', de pie fino y delgado y sombrero de color entre amarillo y naranja. Muy delicada y suave, su sabor es dulzón y afrutado y en cocina tiene infinidad de usos: arroces, pastas, guisos, sopas y hasta postres.
Paso a paso: trompetas naranjas con yema de huevo
Una de las formas por excelencia de comer cualquier variedad de setas es con huevo: escalfado, frito, en tortilla o revuelto. En este plato, acompañamos unas trompetas naranjas con unas yemas ligeramente atemperadas.