Su nombre nos transporta directamente a esas terrazas de verano a pie de playa, a las vacaciones en familia, a la infancia, a tiempos felices… Es lo que ocurre con algunas recetas típicamente veraniegas, como las bebidas de las que hoy vamos a hablar: la horchata y la leche merengada. En ¡HOLA! Cocina nos encantan las dos. Incluso, de cuando en cuando, nos gusta también, no solo disfrutarlas con la familia o amigos en alguna terraza, sino prepararlas de forma casera, o utilizarlas como ingrediente para otras elaboraciones.
LA HORCHATA Y SU CURIOSO ORIGEN
Hay recetas cuyo origen está bastante bien documentado. Sin embargo, existen otras muchas -especialmente, si cuentan con siglos de historia- cuyo nacimiento no está tan claro. No sabemos si la leyenda que explica cómo surgió el término ‘horchata’ es real o no, pero desde luego es bien curiosa...
Al parecer, se dice que en el siglo XIII una joven dio a probar una bebida blanca y dulce al Rey de Aragón Jaime I, quien muy complacido por su sabor, preguntó: "¿Qué es aixo?" (¿Qué es esto?), y la joven respondió: "Es leche de chufa", a lo que el rey le replicó diciendo, "¡Aixo no es llet, aixo es or xata!" (¡esto no es leche, esto es oro, guapa!).
Al menos, así lo explican, desde el Consejo Regular de la D.O Chufa de Valencia. Y es que en esta tierra bañada por el Mediterráneo la horchata es cosa seria, tanto que el ingrediente principal con el que se elabora, esto es, la chufa, cuenta con su propia Denominación de Origen. Al parecer, los árabes encontraron hace siglos en Valencia las condiciones perfectas para cultivar este pequeño tubérculo, que además cuenta con propiedades saludables muy interesantes: es buena fuente de fibra, de grasas insaturadas que ayudan a cuidar la salud cardiovascular; de minerales como el calcio, fosforo, o potasio…
Así, el triturado de estos pequeños tubérculos nos ofrece como resultado una leche vegetal (libre de lactosa, perfecta para dietas veganas), que se suele consumir bien fría. Además de en ‘estado líquido’, podemos tomar horchata granizada, en forma de helado, utilizarla como sustituto de la leche tradicional (en batidos, cafés, etc). También como ingrediente para postres… A continuación, os mostramos algunos ejemplos de recetas con sabor a horchata. Si quieres descubrir el ‘paso a paso’ solo tienes que hacer click sobre el nombre de las recetas:
Paso a paso: Horchata valenciana
Sus ingredientes básicos son chufas, azúcar y agua, y se puede aromatizar si se desea con elementos como la canela o el limón. Lo más complicado es conseguir triturar bien la chufa, así que necesitarás un robot potente.
Paso a paso: Café con horchata
Al igual que hacemos con otras bebidas vegetales, también podemos utilizar la horchata para darle el uso que daríamos a la leche tradicional. Este café con horchata es buen ejemplo.
Paso a paso: Granizado de horchata
Aquí hacemos una versión granizada, para un resultado aún más refrescante. Una alternativa deliciosa para sofocar la sed cuando las temperaturas aprietan.
LECHE MERENGADA, EL SECRETO ESTÁ EN LAS CLARAS
Efectivamente, montar bien las claras de huevo será la máxima dificultad con la que te encontrarás a la hora de preparar en casa la tradicional leche merengada. Un dulce que, al igual que la horchata, tiene detrás muchos años de historia. Podemos, por ejemplo, encontrar referencias a él en antiguos libros de repostería, incluso en algunas novelas de la literatura española de finales del siglo XIX (Galdós, por ejemplo, hace referencia a este dulce en su famosa obra 'Fortunata y Jacinta').
Como decimos, la elaboración de esta delicia es sencilla. Si te animas a prepararla en casa, aquí debajo te explicamos cómo hacerlo y recuerda que también puedes disfrutarla en forma de rico helado. Una alternativa perfecta a la hora del postre o para una merienda muy golosa y refrescante.
Paso a paso: Leche merengada
Además de las mencionadas claras de huevo, los ingredientes principales para la preparación de este clásico veraniego son leche, azúcar, limón y canela.
Paso a paso: Fresquillas con helado de leche merengada
El helado de leche merengada se puede disfrutar solo, pero también como acompañamiento para otras recetas. Aquí, por ejemplo, resulta una pareja ideal para este postre de fresquillas cocinadas a la barbacoa.
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