¿Te apetece un helado? Hoy… ¡tienes la excusa perfecta para comerte uno!

Su asociación a los calurosos días de verano es inevitable. Pero también es cierto que los helados han dejado de ser tan estacionales y, en realidad, cualquier momento del año es ideal para concederse este capricho dulce (siempre que sea eso; un capricho esporádico). Y hoy nos parece un buen día para abandonarnos al 'placer heladero'… ¿El motivo? La celebración, según marca el calendario gastro, del ‘Día Internacional del Helado’. Una fecha establecida en el 12 de abril y que sirve para rendir tributo a un producto que suele ser sinónimo de felicidad, recuerdos de infancia, sentimientos positivos… Algo que, dado los tiempos que corren, resulta más necesario que nunca. Por supuesto, el mercado nos ofrece magníficos helados, pero… ¡nada como prepararlo de forma casera! Es por ello que hemos querido reunir algunas de nuestras mejores recetas de helado, para todo tipo de paladares. Elige tu favorita y ¡manos a la obra!

El clásico que nunca falla: Helado de chocolate

Clásico entre los clásicos, hay innumerables recetas para elaborar el helado de chocolate. Aunque no tengamos heladera, podemos prepararlo de forma casera, utilizando nuestro congelador doméstico. Cuanta más calidad tenga el chocolate que elijas para este postre, más rico te saldrá tu helado, así que ya sabes: ¡elige el mejor!

Para fans del barquillo: Cucuruchos de leche condensada

¡Qué placer mordisquear el barquillo de un cucurucho, mientras damos buena cuenta del helado que lo corona! Sobre estos cornetes cabe un mundo infinito de posibilidades, en este caso vamos a optar por una combinación de sabores que nos encanta: la leche condensada y las moras.

Con Thermomix: Helado de ‘Cheesecake’

Quienes tienen Thermomix saben lo ricos que quedan los helados con este robot de cocina. En este caso, vamos a utilizarlo para preparar un helado inspirado en los sabores de la tradicional tarta ‘Cheesecake’.

De temporada: Helados de yogur con fresas

Una magnífica opción a la hora de hacer helados caseros es apostar por la fruta de temporada como ingrediente estrella. Ahora, por ejemplo, las fresas están en uno de sus mejores momentos. Es por ello que vamos a utilizarlas para preparar estos helados tipo polo.

Vuelta a la infancia: Helado al corte de natillas

El helado al corte es una de las elaboraciones frías que, quizás, más nos recuerden a nuestra infancia. Existen muchas variantes y, en este caso, vamos a darle un delicioso sabor a natillas. Además, lo vamos a presentar a modo de 'regalo dulce', envuelto con un lacito. Bonito por fuera, riquísimo por dentro.

Sabores exóticos: Helado de jengibre y ruibarbo

El ruibarbo es un ingrediente bastante desconocido en nuestra gastronomía, pero que en países como Inglaterra protagoniza muchos de sus postres más tradicionales. Nosotros lo hemos escogido para conseguir un helado algo cítrico y diferente.

Versión salada: Helado de salmorejo

El mundo de los helados salados es un terreno cada vez más explorado en el que encontramos variedades y sabores realmente sorprendentes. Hay algunos maestros heladeros, como el riojano Fernando Sáenz Duarte (heladería dellaSera, Logroño) que vienen demostrando desde hace años cómo las versiones saladas de los helados pueden resultar una verdadera delicatessen. Los hay con sabor a fabada, a pimento verde, a espárragos, a patatas bravas… o, por ejemplo, a salmorejo, como éste que os proponemos aquí.

En clave healthy: Helado de avena y nueces

La base de esta receta de helado casero está en los copos de avena. En este caso, os recomendamos los más suaves que encontréis en el mercado, pues son perfectos para pasteles, galletas, e incluso para este tipo de postres fríos. Y, aunque no deja de ser un helado, no lleva azúcares añadidos y todos sus ingredientes son naturales.

Para indecisos: Trío de helados con bizcochitos

Si eres de esas personas que cuando vas a tomar un helado te cuesta elegir (¿chocolate?, no mejor limón, ¿o quizá frambuesas?) este postre es perfecto para ti, ya que incluye tres sabores en uno. Además, el uso de bizcochitos entre un helado y otro nos ofrecerá un juego interesante de texturas, sabor y vistosidad.