Limpieza: todas las setas hay que pasarlas por debajo del grifo, todas. Recomiendo manteneras en sucio hasta su consumo, ya que al lavarlas aceleramos su oxidación, y lo ideal es consumirlas en el día.
Conservación: cuando hay setas de sobra, congeladas van bien para cremas, caldos, ya que se rompen sus fibras. Deshidratadas (me gustan menos), para añadir a guisos, arroces, para potenciar el sabor pero poca cantidad, y confitadas para tortillas, cremas, salsas. Dependerá de la variedad y tamaño para su forma de conservación.
Cocinado: algunas setas se pueden consumir en crudo, como los carpaccios de boletus o de amanita caesarea, otras solo poca cantidad para que no resulten indigestas, y otras nunca porque son tóxicas. Y si se saltean o guisan, que sea lo justo para no enmascarar su sabor.
Recetas: las setas son nuestra especialidad, y llaman la atención los postres, desde hace 16 años ha habido postres con setas: mermeladas, confituras, helados, natillas, flanes, bavaroises, bizcochos. Algunos son míticos como el Tronco del aserradero o las Piñas (en la imagen).
La Lobita. Avda. Constitución, 54. Navaleno (Soria)