Enoturismo en la Ribeira Sacra: ¿Marvel, dices? ¡Aquí sí que hay héroes de verdad!
Trabajadores recogiendo la uva en laderas de casi el 100% de pendiente. ¿Cómo es posible realizar esta ‘vendimia heroica’?, ¿por qué se ha convertido la Ribeira Sacra en destino de moda para ‘winelovers’?, ¿qué tienen de especial sus vinos?... En ¡Hola! Cocina queríamos respuestas. Así que nos fuimos a buscarlas a Ponte da Boga, la bodega más antigua de esta D.O.
En la Ribeira Sacra las uvas se cultivan en laderas que pueden alcanzar inclinaciones de casi el 100%.
La D.O Ribeira Sacra es relativamente joven (nació en 1996 con el fin de proteger, promocionar, y garantizar la calidad de los vinos de la zona). Sin embargo, la viticultura aquí es antiquísima. Fueron los romanos quienes introdujeron la vid hace más de 2000 años y, posteriormente, los monjes cristianos tomaron el relevo de esta actividad.
Al no ser posible la recogida mecánica de la uva, la vendimia es (salvo excepciones) totalmente manual.
Aunque también hacen ricos albariños y godellos, son los tintos los que mejor representan las señas de identidad de Ponte de Boga. Su monovarietal de Mencía es ‘la estrella de la casa’. Pero igualmente interesantes resultan monovarietales como ‘Capricho’ (100% Merenzao) o ‘Porto de Lobos’ (100% Brancellao), elaborados con uvas ancestrales autóctonas que la bodega está intentando recuperar y poner en valor.
Fundada en 1898 por una familia local en el municipio orensano de Castro Caldelas, la bodega Ponte de Boga es la más antigua de la Ribeira Sacra. Desde finales de los 60 permaneció sin actividad hasta que en 1999 los viticultores de la zona la rehabilitaron y retomaron la producción. En 2005 fue adquirida por ‘Corporación Hijos de Rivera’, compra que permitió a la bodega afrontar nuevos retos a nivel comercial, de investigación y desarrollo.
La Ribeira Sacra es una de las cinco Denominaciones de Origen que existen en Galicia (a ella se suman Rías Baixas, Valdeorras, Ribeiro y Moterrei) y una de sus mayores particularidades es que la producción de tintos es muy superior a la de blancos.
Pasear en barco por los ríos Sil o Miño mientras se contempla el bellísimo paisaje que ofrece esta región de Galicia es, sin duda, una de las mejores experiencias de las que se puede disfrutar durante una escapada a la Ribeira Sacra.
En ocasiones, las viñas están en laderas de acceso tan complicado que solo se puede llegar a ellas en barcos a través del río.