Estas son las mejores palmeras de chocolate a las que hincarle el diente
Con el hojaldre y la cobertura perfectos
Nos rendimos a uno de esos placeres sencillos que nos regala la pastelería: una buena palmera de chocolate. Para que sea perfecta, el protagonista tiene que ser hojaldre. Con aroma a mantequilla, dorado y crujiente, y bañado por un brillante chocolate negro. Ya sea en versión mini, la delicada palmerita, la pieza tradicional o la grandiosa XXL, la palmera de chocolate siempre consigue endulzarnos la vida. Y no hay dos palmeras iguales. Aquí tienes algunas de las mejores:
MARTINA DE ZURICALDAY. BILBAO
Hojaldre crujiente, cobertura lisa y brillante. Así es la palmera de Martina de Zuricalday, un bollo que parace estar diciendo a gritos: "muérdeme". Se ha ganado fama más que merecida entre los seguidores del mundo dulce... y un poco amargo, porque el chocolate que utilizan contiene un alto porcentaje de cacao. Probablemente, después del bollo de mantequilla, la palmera de chocolate sea el segundo gran hit de esta pastelería con una historia de casi 200 años. Un imprescindible para el desayuno, la merienda o cualquier otro momento del día.
Martina de Zuracalday. Calle Ercilla, 43; Pza San José, 3; Rodríguez Arias, 48; Doctor Areilza, 38. Bilbao.
LA MIGUIÑA. MADRID
Si la ves... querrás comértela. La palmera de chocolate de La Miguiña, además de buena es de lo más sana porque no lleva ni un solo conservante o aditivos, ni colorantes y "lo bañamos con azúcar justo para que se aprecie el sabor de la mantequilla", explica Begoña San Pedro, panadera y pastelera. Después de un buen horneado, se baña en chocolate negro guanaja de Valhrona, pero solo la mitad para degustar una parte del hojaldre sin más. ¡Ah! y cuando vayas a su obrador, no dudes en llevarte un buen pan de esta panadera reconocida como la Miga de Oro 2018.
La Miguiña. Calle Teruel, 26. Madrid
MANU JARA DULCERÍAS. SEVILLA
Su formación francesa es el sello de identidad de la pastelería de Manu Jara, toda una institución dulce en Sevilla. El hojaldre es de una calidad suprema. Si vas en busca de una buena palmera de chocolate, encontrarás la clásica, de chocolate negro, pero te recomendamos probar también la variedad Dulcey de la firma Valrhona, un chocolate rubio (32% de cacao) con aromas a toffe que consigue una increíble fusión entre el cacao y la mantequilla. Sencillamente deliciosa.
Manu Jara Dulcerías. Pureza, 5 (Triana); Mercado de Triana, puestos 5 y 6; Benita Mas y Prat, 6;
PASTELERÍAS MALLORCA. MADRID
La de Pastelerías Mallorca es una palmera muy especial: rellena de trufa de chocolate. "Consta de dos piezas de hojaldre unidos por una crema de trufa de chocolate intenso y whisky y se finaliza con un baño de chocolate puro, pero solo en uno de los extremos", nos explica Pablo Moreno, desde el obrador. ¿Y por qué no se baña toda en chocolate? Para poder ver las finas capas del hojaldre y disfrutar más de su crujido.
Pastelerías Mallorca. Serrano, 6; Velázque, 59; Bravo Murillo, 7; Génova, 12 (y otras seis direcciones más en Madrid).
LA ASUNCIÓN. TORRELAVEGA (CANTABRIA)
La fama de los hojaldres de Torrelavega, en Cantabria, es casi mundial. Cuentan con una Cofradía del Hojaldre donde se venera este producto tan especial y una fiesta que celebran por todo lo alto en agosto y donde se pueden probar las distintas especialidades que preparan muchas de las pastelerías de Torrelavega. El secreto de su éxito es la mantequilla cántabra con la que preparan la masa. En la panadería-pastelería La Asunción, Guillermo Pardo prepara unas de las más ricas palmeras de chocolate. "El truco es dar a la masa seis vueltas sencillas y dejar reposarla en frío cada dos vueltas para que la mantequilla se integre perferctamente". Guillermo es también el creador del "pan más sano del mundo", un proyecto de I+D que realizó en colaboración con la Universidad de Santander. Así es que, además de llevarte sus palmeras, aprovecha para probar este pan tan saludable.
La Asunción Panadería. Calle Consolación, 29. Torrelavega.
MAMA FRAMBOISE. MADRID
Alejandro Montes es uno de los pasteleros más brillantes que tenemos y sus productos son una exquisitez, con el sello de la pastelería francesa en todo lo que hace. Los hojaldres son una buena muestra, y las palmeras, de las mejores que vas a probar. Un hojaldre único, elaborado diariamente a partir de harina de trigo de alta calidad y 100% mantequilla. Además de las clásicas de azúcar y chocolate, prueba la de avellanas o la versión cheesecake. Y atentos, porque llegan las palmeritas más ricas que puedas soñar, Palmeritas Original, una delicatessen de hojaldre 100% mantequilla y miel, bañadas en chocolates elaborados a partir de cacaos naturales y rellenos con cremosos interiores de confituras de frutas, pralinés de frutos secos o aromáticos chocolates. Tendrán su propia tienda a finales de año pero ya puedes pedirlas por Deliveroo. ¡Una locura!
Mama Framboise. Fernando VI, 23; Eduardo Dato, 13; Jorge Juan, 21. Mercado de San Antón; Mercado de la Paz. (y otras direcciones en Madrid).
PASTELERÍA LA TORRE. MORATA DE TAJUÑA
Es la locura. Todo el mundo habla de las palmeritas de Morata de Tajuña, un pueblo madrileño (a 35 km de la capital) que se ha convertido en la capital de este pequeño capricho dulce. Todas las pastelerías de la localidad se han puesto de acuerdo en convertir este dulce en su seña de identidad. Crearon la Feria de la Palmerita y en solo dos días se vendieron ¡más de 5.000 kilos! Para esta nueva edición, prevista para los días 14 y 15 de diciembre, las seis pastelerías piensan superar esa cifra y se están preparando para atender a todos los fans que llenen la Plaza Mayor. La pionera en apostar por la palmerita fue la Pastelería la Torre, que ahora hace envíos a toda España de sus famosas miniaturas de hojaldre y chocolate.
Pastelería La Torre. Iglesia, 37. Morata de Tajuña (Madrid)
LA TAHONA DE SOTILLO. SOTILLO DE LA ADRADA (ÁVILA)
El éxito de una buena palmera es hacer un hojaldre con mucho mimo, "dejando que repose en frío cada dos vueltas para poder trabajarlo bien", explica el abulense Angel Sanchidrián, panadero y pastelero de La Tahona de Sotillo. La suya es una palmera blandita, "nos gusta que se tipo bollo y que el hojaldre solo quede crujiente por los bordes". Además del tamaño normal, preparan una XXL, que llega a pesar con chocolate casi 500 g. Este es el bollo estrella, durante todo el año, sin duda.
La Tahona de Sotillo. Cervantes, 6. Sotillo de la Adrada (Ávila).
MOULIN CHOCOLAT. MADRID
Hace años, Ricardo Vélez se planteó hacer de la palmera de chocolate una pieza de alta pastelería y, desde entonces, se ha convertido en un must de Moulin Chocolat. Casi todo el que entra en esta pastelería sale con una en la mano. "Nuestras palmeras llevan un proceso de dos días de trabajo porque una vez horneadas se glasean y tiene que reposar 12 horas para que el glaseado quede fundente". Un buen hojaldre y chocolate Guanaja 70% de Valrhona, con intenso sabor a cacao, son la base de esta maravilla.
Moulin Chocolat. Alcalá, 77. Madrid
LA CELIACOTECA. MADRID
¿Un hojaldre crujiente y delicioso sin gluten? Sí, existe, y lo elaboran en La Celiacoteca. Una tarea nada sencilla, porque conseguir las masas hojaldradas sin gluten es todo un reto para los maestros pasteleros. Y aquí lo han conseguido, "en la textura y en el sabor, que es muy parecido al hojaldre tradicional". Tienen la fórmula perfecta (que además comparten en sus redes sociales, para quien se anime a hacerla en su casa).
La Celiacoteca. Eraso, 3. Madrid. Talamanca, 3 (Alcalá de Henares).
LA DUQUESITA. MADRID
Los cruasanes de Oriol Balaguer tiene fama reconocida, pero su palmera de chocolate se merece también un lugar destacado entre sus creaciones. Puedes probarla en la coqueta pastelería La Duquesita de Madrid, envuelto en el aroma dulce e intenso del chocolate que inunda la sala. El hojadre de esta palmera, que se hace en versión mini y normal, es fino y crujiente con un glaseado de chocolate con un 70% de cacao.
La Duquesita. Fernando VI, 2. Madrid.