Si pensamos en la gastronomía bilbaína es fácil que lo primero que nos venga a la cabeza sean sus famosos pintxos, o platos clásicos llenos de tradición (especialmente ligados al mar) como el bacalao al pilpil, los txipirones en su tinta, el marmitako, la merluza en salsa verde… Sin embargo, pocas veces nos acordamos de la repostería típica de esta ciudad, metida de lleno estos días en su Semana Grande. Unas fiestas a las que los bilbaínos se entregan con entusiasmo, y que hoy nos sirve de excusa (cualquiera es buena) para proponeros una ruta de lo más dulce. ¿Nuestro objetivo? Conocer los bocados golosos más característicos de Bilbao (con las míticas Carolinas, en la imagen superior, a la cabeza). Para ello hacemos parada en algunas de las pastelerías con mayor fama de la ciudad. ¿Nos acompañas?
MARTINA DE ZURICALDAY
Con cuatro pastelerías en el centro de Bilbao, Martina de Zuricalday no suele faltar nunca en el ranking de los mejores ‘templos dulces’ de El Botxo (que así es como llaman cariñosamente los bilbaínos a su ciudad). Sus vitrinas son una verdadera perdición para los golosos. En ellas encontramos, por ejemplo, una de las piezas de bollería más ligadas a la repostería no solo de Bilbao sino de toda Vizcaya: los míticos bollos de mantequilla. Suaves, esponjosos y rellenos con crema de mantequilla en su interior, estos bollos son elaborados artesanalmente cada día en estas pastelerías desde hace casi 200 años y son, sin duda, el producto estrella de la casa.
Pero en Martina de Zuricalday también se pueden degustar otros muchos dulces con sabor bilbaíno. ¿Algún ejemplo? En la imagen superior tenemos cuatro. De arriba abajo y de izquierda a derecha: pasteles rusos, elaborados a base de merengue horneado; pastel de arroz, otro de los dulces imprescindibles bilbaínos que, curiosamente, a pesar de su nombre, no lleva arroz entre sus ingredientes (una de las teorías apunta a que, antiguamente, estos pasteles se elaboraban con harina de arroz en lugar de trigo). Abajo tenemos el pastel vasco, una receta originaria del País Vasco francés, elaborada con pasta quebrada y crema pastelera. Por último, unas divertidas galletas que adquieren la forma de Marijaia (personaje ficticio, símbolo por excelencia de la Semana Grande de Bilbao).
Martina de Zuricalday (cuatro tiendas): Calle Ercilla, 43 / Plaza San José, 3 / Rodríguez Arias, 48 / Doctor Areilza, 38.
DON MANUEL
Pero si hay un dulce por antonomasia en la repostería de Bilbao ése es, como decíamos al principio, la célebre Carolina. Se trata de una cazuelita de hojaldre como base que se corona con crema de merengue y se termina con yema de huevo y cobertura de chocolate. Prácticamente no hay pastelería en la ciudad donde no vendan Carolinas (al parecer fue invención de un repostero cuya hija se llamaba así). Lógicamente, las hay mejores y peores… Si no quieres equivocarte éstas de Don Manuel pueden ser una gran alternativa.
Además de Carolinas, la pastelería Don Manuel cuenta con una oferta de propuestas dulces igualmente irresistibles: bombones, bollos, pastas y un buen abanico de tartas a las que en Semana Grande se suma ésta tan original que vemos en la imagen: una delicia a base de mousse blanco y fruta de la pasión, ilustrada en su parte superior por la inimitable Marijaia, como no podía ser de otra forma.
Pastelería Don Manuel: C/ Alameda de Urquijo, 39. Bilbao.
URRESTARAZU
Otra de las pastelerías de visita obligada si eres goloso y estás por Bilbao es Urrestarazu. También es una magnífica opción para probar las típicas Carolinas aunque, en realidad, cualquiera de sus bocados dulces son irresistibles. Es, por ejemplo, en caso de estas pantxinetas (foto superior). Es un dulce igualmente imprescindible del recetario repostero vasco, elaborado en el horno con hojaldre que se rellena de crema pastelera y se espolvorea con almendras picadas.
También Urrestarazu es una de las pastelerías donde podrás probar un postre más bilbaíno que la ría del Nervión: la ‘Baldosa de Bilbao’. Un dulce ideado hace 15 años por el ‘Gremio de artesanos de confitería y pastelería de Bizkaia’, que simula las baldosas grises de las aceras de la ciudad. Se trata de una rica mousse de café y caramelo, cubierta de una película muy fina de chocolate negro y blanco (al fundirse ambos chocolates dan como resultado el característico color gris de las baldosas). El dibujo se consigue gracias a moldes diseñados con la forma y medida exactas de las baldosas originales. Una verdadera delicia que se recomienda disfrutar bien fría.
Urrestarazu: C/ Alameda Urquijo, 9. Bilbao.
ARRESE
Otra de las grandes direcciones fundamentales en esta ruta golosa por Bilbao es Arrese. Abierta allá por 1852, esta pastelería también ofrece la posibilidad en degustar los dulces más típicos de la ciudad. Sin embargo, son sus famosísimas trufas las que mayor fama han dado a Arrese. ¡No hay bilbaíno que no las haya probado! A las clásicas, de chocolate o nata, se suman otras variedades (de Cointreau, de crema de whisky, etc), todas ellas disponibles en cualquiera de sus tiendas: cinco en Bilbao y una en la cercana localidad de Getxo. Tan icónica es esta pastelería que incluso cuenta con un carrito propio de dulces en el aeropuerto de Bilbao (en la imagen). Y es que las trufas de Arrese no solo gustan a los locales, sino que son también un souvenir ideal para turistas.
Arrese: Gran Vía, 24. Bilbao. (consulta aquí todas las tiendas).
LA SUIZA
Terminamos en otra pastelería emblemática que no podía faltar en esta ruta: La Suiza. Abierta a finales de los años 60, aquí se pueden probar carolinas, bollos de mantequilla, bollos suizos, especialidades de la casa como sus croissants de almendra… En Navidad, sus roscones de Reyes despiertan verdaderas pasiones (y colas a pie de acera). Realmente, cualquier bocado que encontremos en sus vitrinas tiene una grandísima calidad. Otro must, por ejemplo, son las tartas artesanales, que gozan de merecida fama (en la imagen, Tarta Negrita, a base de bizcocho, trufa, mermelada y baño de chocolate). A las propuestas tradicionales se suman, además, la recetas de pastelería moderna con las que los reposteros de La Suiza tratan de sorprender a sus clientes año tras año. Así pues, sea tu paladar más clásico o más abierto a sabores nuevos… si tienes ocasión, no dejes de pasarte por este paraíso goloso. ¡No te arrepentirás!
La Suiza: C/ Marques del puerto, nº 4, Bilbao.
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