¿Playa o montaña? Si tu respuesta se inclina por la segunda opción te gustará conocer todos los planes gastro que hemos buscado lejos del mar y el sol abrasador para tus escapadas de verano. En Asturias, La Rioja, Navarra, Granada... anímate a cambiar el paisaje playero por los valles, bosques y montes que rodean estos restaurantes donde se come de fábula.
SOLANA. AMPUERO (CANTABRIA)
Enfrente del Santuario de la Virgen de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria, se encuentra el restaurante Solana (Ampuero). Ignacio Solana ofrece su cocina de territorio en un antiguo caserío con grandes ventanales que dejan que el comensal se emborrache del verdor de este fabuloso paisaje. Es la cuarta generación del negocio familiar que nació como taberna y mantiene la esencia de cocina cántabra tanto en el Menú Degustación (1 estrella Michelin, 70€) como en la carta que cuenta con un apartado muy especial, 'La cocina de mi madre'. De ella son los guisos, los callos, el cocido montañés. Y del hijo, la versión contemporánea de ese cocido que es un fijo del Menú, sea cual sea la temporada. Otros platos, sin embargo, van cambiando y ahora en verano aparecen la Ensalada de tomate de su huerta con anchoa en tres texturas (helado, crujiente de espinas y salazón), el 'zorropotún' o marmita de bonito con su visión personal o la Merluza con salsa blanca de mantequilla casera. No nos olvidamos de sus premiadas croquetas, la Mejor del Mundo en 2017 (Madrid Fusión), incontestable entrante, "un bocado de autor que hay cuidar cada día, nos asegura Nacho, porque cada masa es diferente y los lácteos no se comportan igual siempre".
CASA MARCIAL. LA SALGAR (ASTURIAS)
Solo por contemplar el paisaje que rodea Casa Marcial (en la Salgar, Arriondas) merece la pena poner rumbo a este restaurante que nació como una modesta tienda para surtir a la aldea y tomar unos vinos y cuenta hoy con dos estrellas Michelin. Poco más ha cambiado en estos años... porque hasta las vacas siguen pasando por delante de la puerta, como si nada, y los pollos, esos pitus de caleya, campan a sus anchas también en los praos. Así de natural y auténtica es la cocina que nos espera en Casa Marcial, la que prepara Nacho Manzano y su hermana Esther (y con el apoyo de Olga en la sala) y que se degusta con calma en este fabuloso lugar. Se puede comer a la carta o elegir el Menú Cumbres (corto: 110€; largo: 165€). Probarás las increíbles croquetas de jamón, su maravillosa fabada, las recetas de pescados del Cantábrico (en la foto: ventresca de bonito, piel de sardina asada al vapor y alga wakame) y ese arroz de pitu y su entorno que se convertirá en inolvidable.
ECHAURREN HOTEL-RESTAURANTE. EZCARAY (LA RIOJA)
En verano, Ezcaray multiplica por tres su población y se convierte en uno de los pueblos más animados de La Rioja. Se encuentra en el valle de Oja, rodeado de montañas, paseos por el río, rutas de bicicleta y planes culturales desde visitas guiadas hasta festivales de música. Y gastronomía. Mucha y muy buena. Todos los bares visten sus barras con los mejores pinchos y los paladares más exquisitos llegan en busca de las dos estrellas Michelin del restaurante El Portal (Menú Tierra, 150€; Menú Entrañas, 135€), o la opción Echaurren Tradición, ambos en el hotel restaurante Echaurren Relais & Châteaux donde cocina Francis Paniego. Este verano, además, ha organizado un entrañable Festival Gastronómico con ponencias de grandes chefs, MaMa (del 23-25 de agosto), dedicado a todas las madres y cocineras, en especial a la suya, Marisa, que fue su ejemplo a seguir y la creadora de las mejores y más queridas croquetas de España.
MOLINO DE ALCUNEZA. GUADALAJARA
Si ya teníamos motivos suficientes para reservar mesa en El Molino de Alcuneza, después de la estrella Michelin, la reforma del hotel, algunos cambios en la carta y el recuerdo de sus panes artesanos... las ganas de volver se multiplican. Hacerlo en verano es todo un acierto. Aquí te refugiarás de los calores sofocantes y encontrarás un respiro en su frondoso jardín o en la gran piscina y el spa, antes de lanzarte a la gula. Para empezar, hasta seis panes diferentes que Samuel Moreno elabora con cereales eco de la zona y su hermana Blanca, perfecta anfitriona en el hotel y el restaurante, se encarga de explicarnos en la mesa y de recordar el pasado harinero de este molino que se encuentra a un paso de Sigüenza, con más de 500 años y la vieja maquinaria a la vista. Para comer, puedes elegir la carta o uno de los dos menús: Disfrutar (55€) o Celebrar (75€), con platos tan suculentos como las Cocochas de bacalao con gamba roja, migas y sopa de ajo negro o Paletilla de cordero con asadillo de verduras y pesto de romero. El broche de oro lo ponen los cócteles que ha diseñado la bartender Nagore Arregui para el Molino, perfectos para disfrutarlos bajo el cielo estrellado de La Alcarria.
TORRE DEL VISCO. FUENTESPALDA (TERUEL)
Vivir una experiencia a lo Juego de Tronos te resultará muy sencillo en La Torre del Visco Relais & Châteaux (Fuentespalda), una masía con la 'torreta' defensiva del siglo XV rodeado de un entorno natural protegido, en el valle del río Tastavins. Así de fabuloso es este hotel restaurante de la comarca del Matarraña. La cocina suma puntos en este destino tan ideal. El chef Rubén Catalán nació y creció en esta tierra turolense donde se ubica su hotel, una región montañosa y cercana al Mediterráneo que se refleja en su cocina. La propia finca ecológica certificada del hotel produce fruta, verdura y aceite de oliva virgen extra, que combina con otros ingredientes locales. Su pasión es salir al campo a recoger setas silvestres, hierbas y flores comestibles que dan un toque único a sus platos. Además de a la carta, en verano puedes pedir el Menú el Visco (50€), sólo para cenas, con Ceviche de zanahoria y gamba roja como entrante y Lomo de bacalao o Pato ecológico del Delta del Ebro como platos principales.
TRASIEGO. BARBASTRO (HUESCA)
A los pies de los Pirineos de Huesca se encuentra la Comarca del Somontano, que significa eso, "a pie de monte". Pueblos medievales, viñedos, famosas bodegas y el parque natural de la sierra y los cañones del Guara dibujan un precioso paisaje en el que la gastronomía es un motivo más para viajar a esta tierra. Su capital es Barbastro y en el Conjunto de San Julián y Santa Lucía, que alberga el Centro de Interpretación del Vino y la DO Somontano, vas a encontrar uno de los mejores restaurantes de toda la provincia: Trasiego. Su cocinero, Javier Matinero, trabaja con productos de la zona y ahora, en verano, tienes que probar algunos de los platos que prepara con el increíble tomate rosa de Barbastro, toda una explosión de sabor. Nuestra recomendación es que pidas el menú degustación (30€), y te dejes aconsejar a la hora de elegir el vino: cuenta con una bodega muy bien surtida, y no solo de los mejores vinos del Somontano. Por cierto, si te animas a visitarles en agosto, te encontrarás con el Festival del Vino y el arranque de la vendimia.
LA BOBADILLA. LOJA (GRANADA)
Las más prestigiosas guías internacionales incluyen a La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel como uno de los mejores hoteles gastronómicos del mundo. Y no le faltan razones. Se encuentra en la sierra de Granada, con la elegancia de un cortijo andaluz rodeado de bosques y olivos. En realidad, es mucho más, porque La Bobadilla simula un pueblecito hasta con su plaza de la Iglesia donde es una delicia tomar el desayuno. En verano invita a vivir momentos sosegados en plena naturaleza. Aquí no hay playa, pero te puedes dar un gratificante 'baño de bosque', Shinrin Yoku, que te recargará de energía, o descubrir (también con un experto) los cielos de verano y la lluvia de estrellas en la noche de San Lorenzo en medio de la Sierra de Loja, donde la contaminación lumínica y acústica son nulas. La gastronomía también sigue el concepto slow y eco en sus tres restaurantes (a la carta): La Finca, El Cortijo y El Mirador.
AROTXA. LEGASA (NAVARRA)
En el valle de Bertizarana, a 3 km del parque natural del Señorio de Bertiz y rodeado de bosques de castaños, se encuentra el Restaurante Arotxa, un caserío navarro que se ha convertido en un lugar de referencia de los 'buscadores de la mejor chuleta'. Luis Mi Lacar (formado en grandes cocinas, como Rodero y Zuberoa) se encarga personalmente de la selección de las carnes, "es mi pasión y todas las semanas, los martes, salgo en busca de las mejores piezas", nos cuenta. El cocinero tiene claro su criterio a la hora de elegir: "no me importa tanto el origen o raza como que tenga una buena infiltración de grasa, tanto interior como exterior, la edad, entre 8 y 10 años o algo más. No comparto el gusto por las largas maduraciones, una buena carne se degusta en plenitud con 3 o 4 semanas". Frente a las brasas (de carbón de encina extremeño), el maestro parrillero consiguiendo el punto exacto "tanto en piezas de dos kilos y medio, para compartir, como en una chuleta de 800 g". Mientras llega el chuletón de vaca (42,90 euros el kilo), Luis Mi nos recomienda el Risotto de hongos con foie o las Verduras con foie y langostinos, y de postre, la Tarta de manzana caliente, con crema pastelera de avellana y helado de avellana, todo casero.