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Es tiempo de pícnic. En la playa, la montaña o en cualquier parque urbano que nos permita alejarnos un poco del bullicio de la ciudad y relajarnos. Porque, si lo llevamos todo bien preparado, es uno de los mejores planes al aire libre para desconectar rodeados de naturaleza junto a nuestra familia y amigos. Disfrutar del verano es también esto. Una opción muy divertida en la que existen ciertos imprescindibles si queremos que todo salga perfecto. Algo tan básico como el agua no puede faltar, pero también, bolsas para los residuos o platos preparados en casa que nos den energía, pero que no dejen de ser sanos y muy fresquitos. ¿Tienes papel y lápiz? Entonces apunta lo que no puede faltar nunca en tu cesta de pícnic.

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2/9 © Kombutxa & ¡HOLA! Cocina

Lo primero, la hidratación

Hacer un pícnic es como irse de excursión. Aunque no vayas a realizar grandes caminatas o actividades físicas, no debemos olvidarnos de que se trata de una actividad al aire libre y, en verano, la incidencia del sol es mucho más alta que el resto del año. Por eso, no te confíes. Cuando hablamos de hidratarse, más es más. Es mejor pecar por exceso que por defecto. Además de agua, prepara zumos nutritivos de frutas y verduras o limonadas como las que te enseñamos hacer en este enlace para conseguir un extra de azúcar. Además, nunca nos debe faltar una buena botella de vino (mejor, aquellos que deben consumirse fríos) o, una bebida que está muy de moda y que apenas suma calorías, el té kombucha – una bebida fermentada a base de té que debe tomarse bien fría y con una burbuja tan fina que apenas pesa-.

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3/9 © Lekué

Todo en frío

Una vez que hemos elegido las bebidas que nos vamos a llevar, tenemos que encontrar la manera de mantenerlas frías. Por eso, además de contar con un espacio específico para ellas dentro de nuestra cesta o con una nevera portátil, no está de más hacerse con una cubitera como las de Lekué. Te permiten preparar, almacenar y llevarte contigo el hielo a cualquier parte. Además, al hacerlos tú mismo, puedes incluir pequeños pedazos de fruta para que, cuando se vayan deshaciendo, le den un toque muy dulce al agua.

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Dale vía libre al pan

No hay excursión sin un buen bocadillo, una merienda en la playa sin un sándwich o escapada al campo sin pan. Es un básico de todo pícnic. Sin embargo, corremos el riesgo de que se nos vaya estropeando según pasen las horas. Por eso, además de las clásicas barras u hogazas, quizás es más cómodo contar con unos buenos picos o crackers, mucho más manejables y resistentes a esas horas que vas a pasar bajo el sol o frente a la humedad propia de la playa. Las opciones son infinitas, desde los más clásicos hasta aquellos que vienen aromatizados con romero, tomillo o sabor a tomate y aceitunas o con formas que nos ayudan a empujar sin necesidad de cucharitas, como los de Panadería Jesús. Opciones hay infinitas.

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La moda del queso

Si, una tendencia que continúa en auge y que es perfecta para un pícnic. Aprovecha que, en este caso, la comida pide informalidad para crear una tabla de quesos que, teniendo en cuenta los consejos que te contábamos en este enlace, quedará totalmente equilibrada. Eso sí, huye de los quesos frescos y untuosos (exigen conservar la cadena de frío), eligiendo aquellos de pasta más dura.

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Sándwiches ligeros de un bocado

Siguiendo con esa informalidad que nos dejan estas escapadas, lo mejor es contar con platos que nos permitan prescindir de los cubiertos y crear pequeños bocados. Por eso, los sándwiches en tamaño mini son perfectos. Crea en casa varias pastas fáciles de untar o rellenos fríos, buscando siempre la ligereza y evitando aquellas salsas densas o con base de huevo que puedan ponerse malas.

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Y una ensalada, la reina del verano

Un plato que admite cientos de combinaciones, que está delicioso frío o a temperatura ambiente y que, además, no suele ser pesado. Puedes combinar la fruta y los quesos, aprovechando que ya los llevas en tu cesta o elaborar una ensalada de pasta en casa, que ya son todo un clásico y que te dan energía si estás aprovechando tu escapada para practicar deporte. Alíñalas siempre con aceite y vinagre.

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Sé responsable con el medio ambiente

Los cubiertos y vasos de plástico son la opción perfecta para un pícnic o comida en el exterior. Sin embargo, cada vez somos más conscientes con el daño que le hacemos al medio ambiente (y debemos serlo), por lo que evita comprar esos platos de plástico desechables y hazte con unos que hayan sido fabricados a partir de elementos reciclados, como la divertida y colorida vajilla de Re-Play. Tu pícnic quedará más vistoso y, además, son mucho más estables y resistentes para poder moverte libremente con tu comida.

9/9 © Westwing & Coolpicnic

Y, por último, el cliché de todo pícnic

La cesta. Nuestro imaginario nos lleva a querer una de mimbre, con una tela de cuadros vichy en rojo y blanco y correas de cuero para que todo quede en su sitio. Sin embargo, mucho más importante que eso, es que tengas en cuenta que todo debe tener su espacio y que si vas a contar con platos fríos y otros que no lo necesitan, cuente con dos partes independientes. Si además, vas a llevar en ella la bebida, súmale o más centímetros a la parte fría o un tercer lugar. Lo mejor es que lleves por un lado la comida, con el mantel y las servilletas dentro (aprovechando el espacio) y las bebidas en una nevera específica. Y, por supuesto, no te olvides de incluir un par de bolsas para los residuos. La naturaleza nos pedirá repetir la experiencia y tiene que estar impoluta.

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