Pequeñas obras de arte con sabor a chocolate. Así son muchas monas de Pascua cuando su diseño cae en manos de los mejores reposteros del país. Y es que estos maestros del dulce nos sorprenden cada Semana Santa con sus creaciones, tan espectaculares que incluso da pena hincarles el diente. En muchas ocasiones su fuente de inspiración es el mundo animal, pero las posibilidades pueden ir tan lejos como permita la imaginación. Así encontramos desde monas inspiradas en Juego de Tronos hasta piezas que hacen honor (literal) a su nombre y que, además, cuentan con un componente solidario… ¿Algún ejemplo? ¡Ahí van siete!
Te puede interesar:
Postres de Semana Santa: más allá de las clásicas torrijas
Las torrijas, según uno de los mejores pasteleros del mundo
Descubre las mejores torrijas de Madrid
MAMÁ FRAMBOISE (Madrid)
Una de las costumbres más extendidas en Francia durante el día de Pascua es reunirse con la familia y, antes del almuerzo, buscar las gallinas de chocolate escondidas en el jardín. Después de comer, las gallinas se rompen y se comparte el chocolate y regalo sorpresa que hay en su interior entre todos los invitados. Inspirado en esta bonita tradición, el repostero Alejandro Montes, al frente de las pastelerías madrileñas Mamá Framboise, propone estas coquetas gallinas para endulzar el paladar en estas fechas e imitar así a los vecinos galos.
ASCASO (Aragón y Madrid)
Con tiendas en Huesca, Zaragoza y Madrid, las pastelerías Ascaso también cuentan con un amplio abanico de divertidas monas de Pascua. Los peques -y no tan peques- podrán elegir entre algunos de sus clásicos (figuras de todo tipo: aviones, helicópteros, casitas, perritos, ositos…) o bien entre alguna de sus novedades como la choco-ballena que ya se ha convertido en un hit de ventas estos días.
CHRISTIAN ESCRIBÀ (Barcelona)
Es imposible hablar de monas de Pascua y no hacer mención a Christián Escribá. Sus creaciones en chocolate son un verdadero alarde de originalidad. Y es que no hay objeto o concepto que este pastelero catalán no pueda convertir en mona: desde un cactus flamenco a una pieza inspirada en la famosa serie Juego de Tronos, hasta una hamburguesa de lo más dulce…
ROCAMBOLESC (Girona, Alicante, Madrid y Barcelona)
Es el tercer año que Rocambolesc se suma a la causa que persigue la ‘Fundación Mona’ (entidad sin ánimo de lucro dedicada al rescate y rehabilitación de primates). Y lo hace de la forma que mejor sabe el repostero Jordi Roca y su equipo: diseñando una pieza dulce, que representa la figura de este animal (disponible tanto en chocolate negro como en chocolate con leche). La recaudación de sus ventas irá destinada a esta fundación creada en el año 2000.
MOULIN CHOCOLAT (MADRID)
Sus macarons, sus piezas de bollería afrancesada, y su roscón de Reyes gozan de merecida fama. Hablamos de las creaciones dulces de Ricardo Vélez, otro de los grandes nombres del panorama repostero español, que también sorprende a sus clientes en esta fechas con este impresionante huevo de chocolate. ¿Su particularidad? El empleo de barquillo a modo de crujiente cobertura. ¡Irresistible!
TORREBLANCA (Alicante)
Otro imprescindible en esta lista de grandes reposteros es, por supuesto, el ‘maestro de maestros’ Paco Torreblanca. Sus piezas de repostería son codiciado objeto de deseo de los paladares más golosos (que se lo pregunten, por ejemplo, a los amantes de sus famosos panettones). Piezas entre las que, cuando llega esta época del año, tampoco faltan las tradicionales monas. “Se acerca la Pascua a Pastelería Torreblanca...”, anunciaban en sus redes hace escasos días con la imagen de esta divertida mona como reclamo. Lo dicho: una pena tener que romperlas para poder degustarlas.
ORIOL BALAGUER (Barcelona y Madrid)
Sus torrijas son un clásico en Semana Santa. Pero si por algo destaca el trabajo de Oriol Balaguer en esta época del año es por la originalidad y calidad de sus colecciones de Monas de Pascua. Este año, el pastelero (con tiendas en Madrid y Barcelona) vuelve a dar muestra de su saber hacer e imaginación con novedades como estas tres que vemos en imagen: un huevo desestructurado con ranitas en movimiento, un huevo formado por las vainas del cacao hechas en chocolate y un simpático vikingo en miniatura.