1/10 © Fondazione Prada y Emporio Armani Caffè & Ristorante

Las aperturas de restaurantes no paran de aumentar. Casi cada fin de semana hay chico nuevo en la ciudad. Las firmas de moda, expertas en esto de las tendencias y del ritmo frenético de las pasarelas, saben que tienen que estar en todo lo que se califique como novedoso. Y la gastronomía es, desde hace unos años, esa parte de la cultura de un país en la que hay que estar. Por eso, la moda es ahora tener un restaurante propio en Shanghái, acoger la cafetería más chic de la ciudad en tu propio edificio para que directores como Wes Anderson den rienda suelta a su creatividad o diseñar platos exclusivos desde la Rue Cambon de París (donde están las oficinas de Chanel) para que puedas disfrutar de ellos en Tokio. Con la reciente apertura del nuevo café de Jacquemus en París, vuelven a ponerse en el punto de mira de todos los foodies.

2/10 © @Jacquemus

Citron, el último en llegar

El joven diseñador francés, Jacquemus, anunció apenas unas semanas, que iniciaba aventura gastronómica con su propio café: Citron, situado en las elegantes Galeries Lafayette Champs-Élysées. Un estreno que llegaba la semana pasada y que ha creado en colaboración con Caviar Kaspia, el mítico restaurante de la Place de la Madeleine, convirtiéndose en el nuevo place to be de París. Un auténtico objeto de deseo que alimenta a través de su perfil de Instagram y que nos ha dejado ver unas enormes vasijas de barro, multitud de limoneros (citron, en francés, significa limón) y un aire muy mediterráneo.

3/10 © BEIGE

BEIGE de Alain Ducasse y Chanel

Cuando la cocina japonesa y la francesa se unen, nada puede salir mal. Eso es lo que pasó en 2004 con Alain Ducasse y Chanel en este restaurante de Tokio. Con el espíritu elegante de la maison francesa –quien ha elaborado, en exclusiva, el carré Chanel, una serie de pequeños bocados dulces que se sirven como postre- y la cocina refinada de su chef ejecutivo, Kei Kojima, BEIGE sirve propuestas muy afrancesadas, entre los que destaca el foie gras o la langosta de Bretaña, una cuidada selección de vinos y unos platos en los que prima el producto de temporada.

4/10 © Emporio Armani Caffè & Ristorante

Emporio Armani Caffè & Ristorante

Tradición e innovación en plena Croce Rossa de Milán. Eso es lo que propone Giorgio Armani para su renovado Emporio Armani Caffè & Ristorante. Diseñado por él mismo y por su equipo de arquitectos, todo en este espacio encaja como la pieza de un puzle concebido para hacer su propio homenaje gastronómico a la ciudad. Por eso, además de la cocina mediterránea que hace poco incorporaba, mantiene un menú íntegramente italiano. En la planta baja hay platos más rápidos y sencillos –como su exquisito risotto con azafrán o sus spaghetti al pomodoro-, mientras que en la superior su propuesta gourmet nos hace viajar hasta el norte de Italia sin perder de vista el equilibrio entre las carnes y los pescados propios de la región.

5/10 © Bar Martini by D&G

Bar Martini by Dolce & Gabbana

Otra de las colaboraciones de mayor éxito entre la moda y la gastronomía es la que mantienen, desde hace varios años, la marca italiana de vermú más famosa y esta pareja de diseñadores que se han convertido, sin duda, en parte de la identidad cultural del país. Aunque tiene varios, Bar Martini (en Corso Venezia, una de las calles más exclusivas de Milán), es el más glamuroso de todos. Con el negro como color dominante del espacio, salpicado tan solo por su rojo dragón y un jardín interior que es una maravilla, su propuesta es un recorrido por los básicos de la cocina italiana: desde los gnochhi di patate al pesto hasta sus penne con parmigiano, pasando por una cuidada selección de ensaladas, opciones específicas para veganos y una larga carta de postres.

6/10 © Attilio Maranzano

Bar Luce (Fondazione Prada)

La Fondazione Prada es una institución cultural que la marca de moda italiana decidió crear en 1993 con la que patrocinan todo lo que para ellos es arte. Y el buen comer, sin duda, lo es. Así, nació hace unos años Bar Luce, dentro del complejo arquitectónico que la firma tiene en Milán. Diseñado por el famoso director de cine Wes Anderson, su estética de los años 50 nos recuerda a dos de sus películas: Gran Hotel Budapest (2014) y Los Tenenbaums: una familia de genios (2002), gracias a los tonos verdes y rosas o el pequeño candy bar que han creado en sus estanterías. Sirven unos desayunos exquisitos en los que no falta el buen café italiano, una pequeña selección de los clásicos paninis italianos y unas tartas y pequeños pasteles que son pura fantasía.

7/10 © Polo Ralph Lauren

Los restaurantes de Ralph Lauren

Porque no es uno, sino varios. El último en llegar es RL, en Chicago, con una propuesta muy parecida a los otros tres que el diseñador norteamericano ya tenía: The Polo Bar (Nueva York) es un homenaje a la estética deportiva que siempre ha mantenido en sus colecciones, con los platos favoritos del diseñador –como la clásica hamburguesa con queso o la ensalada de kale crujiente-, Ralph’s (en el sofisticado Boulevard de Saint-German en París) con una cocina muy cuidada que se sirve en una terraza interior muy tranquila y luminosa, decorada en blanco y azul, y Ralph’s Coffe & Bar (en pleno barrio de Mayfair) con una carta más ligera y otra dedicada a la hora del té.

8/10 © Bvlgari Restaurants

Bvlgari Restaurants

La firma italiana de alta joyería lleva varios años reinventándose en los restaurantes que tiene entre Osaka y Tokio. En uno de ellos, Il Ristorante - Luca Fantin, han ideado una interpretación contemporánea de lo que ha sido siempre la tradición culinaria italiana, dándole un plus de sofisticación y ganándose la estrella Michelín que ostenta desde 2011. Porque Bvlgari se define a sí misma como auténtico lujo.  Así, su café en Ginza tiene una de las mejores tiendas de chocolates de la ciudad (Il Cioccolato Ginza) y, en Osaka, han abierto un café (Il Café) en el que las pequeñas cajas de repostería son una auténtica delicia.

9/10 © Marni Flower Café

Marni Flower Café

En el interior de los grandes almacenes Umeda Hankyu de Osaka, la firma de moda italiana ha ideado una concept store que gira en torno a su Marni Flower Café y, como su propio nombre indica, lo gastronómico y lo floral (sin perder el sello Marni) son los protagonistas. Inspirado en la cultura slow food, su carta es una sencilla selección de focaccias, zumos recién exprimidos con sabores muy exóticos y tartas que nos llevan a lo más clásico de la repostería italiana sin salir de Japón.

10/10 © Salvador Bachiller

El Invernadero de Salvador Bachiller

Y Madrid también tenía que tener el suyo propio. La firma española tiene varios gastrobares repartidos por el centro de la capital con una carta muy parecida que va, poco a poco, aumentando. El Invernadero, con una decoración vegetal muy exuberante, es uno de ellos.  Además de una amplia selección de tés, cafés y cócteles, tiene una divertida propuesta inspirada en el feliz-no-cumpleaños de Alicia en el País de las Maravillas y una carta de sushi y platos orientales –con tallarines Yakisoba, niguiris y makis- que presentan como novedad esta temporada.

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