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Incolora, inodora e insípida. Eso es lo que siempre nos han dicho y lo que, desde pequeños, nos hemos aprendido. Pero la realidad, como siempre, puede ser muy diferente. Al menos con estas aguas gourmet que se recogen intentando limitar la interacción humana al máximo, provenientes de manantiales, acuíferos naturales o, directamente, de la lluvia que cae y que nunca llega a tocar el suelo. Para celebrar el Día Mundial del Agua, hemos seleccionado diez botellas premium que nos llegan de todas partes del mundo para aprender a disfrutar de un acto que hacemos a diario, ¿por qué no cuidarlo entonces un poco más y hacer de ese momento algo especial?

2/11 © 22 Artesian Water

22 Artesian Water

Nuestra primera elección para esta propuesta de aguas de lujo tenía que ser nacional. 22 Artesian Water nace a más de 750 m de altitud en la Sierra de Cameros, en la provincia de La Rioja, en un manantial que reúne cuatro características que le hacen único: su caudal se mantiene constante, su composición mineral no ha variado desde 1861, emergiendo siempre a la temperatura de 22 °C y es un manantial artesiano, es decir, aflora de forma natural y con mucha fuerza.

3/11 © Antipodes

Antipodes

A 300 m de profundidad, en la Bahía de Plenty, existe un acuífero que encierra (dicen) una de las aguas más puras del mundo. Y no les falta razón. Nueva Zelanda es uno de los países menos poblados del mundo y la mayoría de sus cordilleras han estado completamente aisladas, apenas han notado la presencia del ser humano. Por eso, y viendo que no dejaban de importar botellas de agua bajo el subtítulo de premium, los neozelandeses decidieron crear la suya propia. Así nació Antipodes, filtrada naturalmente por las rocas y encerrada bajo una gran presión que tan solo es liberada cuando la extraen para encerrarla en unas botellas que, buscando esa pureza que defienden, limpian con ozono.

4/11 © OGO

OGO

Procedente del deshielo de los paisajes montañosos que rodean el manantial de Tilburg en Holanda, los productores de OGO aseguran que, a los 15 minutos de su consumo, se incrementa el nivel de oxigenación en sangre, pues tiene hasta 35 veces más oxígeno que cualquier otra agua. Por eso, es perfecta para los deportistas y puede funcionar como un auténtico estimulante. Sus atractivas botellas esféricas han sido creadas por el diseñador de grandes marcas de moda como Adidas, Levi’s o Louis Vuitton.

5/11 © Chateldon

Chateldon 1650

Se la considera el agua mineral más antigua del mundo y, por tanto, una de las más famosas. Además, no ha dejado nunca de buscar la exclusividad, pues no hay año que produzca más de las 700.000 botellas. Y las reconocerás porque, en su etiqueta, tiene grabado un sol dorado, el símbolo de Luis XVII (el Rey Sol), que la consideraba su favorita. Es un agua bicarbonatada, con un gas que le es natural y que se obtiene de cinco manantiales situados en la zona de Chateldon, a 20 km de la reconocida ciudad de Vichy.

6/11 © Bling H2o

Bling H2O

Bling H2O es el agua más cara del mundo, más que por sus propiedades en sí (pasa por diferentes procesos de purificación, filtros de ozono y ultravioletas), por su embotellado realizado en Dandridge (Tennessee, Estados Unidos). Muchas de sus ediciones vienen decoradas con cristales Swarovski y llegan, incluso, a los 400€. Por su aspecto y su tapón de corcho parece una botella de champagne, pero no es más que un agua mineral de buena calidad que el productor y guionista Kevin G. Boyd ha sabido posicionar muy bien, pues no hay actor o actriz en Hollywood que no la haya probado.

7/11 © Numen

Numen

Numen es un agua de mineralización débil y con origen español, procedente de un manantial situado en los Montes de Toledo, en Ciudad Real. Su botella, con una etiqueta y un diseño totalmente vintage, busca ser un ejemplo de sostenibilidad y, como la etimología de su propio nombre indica, pura inspiración artística y magia. No hay restaurante en nuestro país que tenga una carta de aguas y no cuente con ella.

8/11 © Fiji

Fiji

Fiji es, en realidad, agua de lluvia que se ha filtrado a través de unas rocas volcánicas situadas en un acuífero subterraneo totalmente hermético en la isla Vitileu, en las Islas Fiji (de ahí, su nombre). Son acuíferos tropicales que nacieron de manera natural, de ahí que, para su extracción, se introduce directamente la botella (fabricada con PET de resinas de árboles presentes en el propio ecosistema), evitando la interacción humana e, incluso, el posible contacto con el aire. Es el agua con mayor concentración de silicio del mercado (85%). Por eso, aseguran que es perfecta para la hidratación de la piel y el cabello.

9/11 © Finé

Finé

Extraída de un cinturón volcánico situado a 600 m de profundidad en el monte Fuji (Japón), se trata, en realidad, de un agua termal volcánica totalmente inalterada que ha conseguido mantener un nivel muy bajo de minerales duros como el magnesio y calcio, lo que le confiere un sabor muy especial. Además, es un agua con leyenda propia: dicen que en el siglo VIII fue un monje budista quien la descubrió al golpear una de las rocas con su bastón.

10/11 © Aquadeus

Aquadeus

De producción nacional, Aquadeus ganó el año pasado la Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Aguas Gourmet celebrado en París y organizado por la Agencia de Valoración de Productos Agrícolas (AVPA), con un jurado formado por catadores profesionales y chefs de prestigio internacional. Se trata de un agua de mineralización media recogida en un acuífero subterráneo descubierto en el espacio natural protegido de la sierra de Alcaraz, en Albacete.

11/11 © Tasmanian Rain

Tasmanian Rain

Una forma de tocar la Antártida puede ser hacerte con una de las botellas de Tasmanian Rain, ya que es recolectada en la costa noroeste de la isla de Tasmania (Australia), sin que esta llegue a tocar el suelo. Con una forma de embotellado especialmente ideada para ello, su pureza viene respaldada por que esta zona ha sido definida por la Organización Meteorológica Mundial como una de las partes del mundo con el aire más puro que existe.

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