El Campero (Barbate). Otro de los municipios de Cádiz que merecen una parada, al menos gastronómica, es Barbate y su restaurante El Campero. Aunque predomina la cocina mediterránea, la fusión es técnica indispensable para una cocina en el que se busca el equilibrio entre el diseño y el buen comer. Parar aquí es decidirte a probar el atún salvaje de La Almadraba, pues su filosofía es homenajearlo con texturas y sabores diferentes, con guisos tradicionales que se modernizan y un menú degustación (El susurro de los atunes) que, con doce platos, aprenderás por qué es un tesoro en bruto de nuestras costas. Puedes pedir platos al centro, raciones o medias raciones; pues aseguran que, incluso en su barra de bar, se disfruta.