12 tartas de manzana por las que merece la pena 'pecar'
Para el desayuno, postre o merienda. Elige el mejor momento para disfrutar de estas tartas de manzana artesanas.
Las tartas de manzana tienen un punto hogareño y otoñal. La más clásica es la que se prepara con la base de hojaldre cubierta de finas láminas de manzana. Aunque tal vez la más famosa es la Tatin, también de origen francés. Una tarta que, en realidad, nació debido a un error: las hermanas Tatin, cocineras, preparaban una tarta de manzana y se olvidaron de poner la masa en el molde, así que decidieron colocarla por encima de las manzanas caramelizadas y después servirla dándole la vuelta. También hay versiones americanas, la apple pie con masa quebrada, y la alemana applestrudel, en forma enrollada. Decididamente, ¡estas tartas de manzana te van a endulzar el otoño!
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HOTEL EL PALACE (BARCELONA)
Cuando la pastelería es una pasión, ocurren cosas tan maravillosas como esta Tarta Tatin con caramelo de romero del chef pastelero Miguel Costa y la pastelera Andrea Álvarez, creadores de la carta dulce del hotel El Palace (Gran Via de les Corts Catalanes, 668). Es uno de los lugares más recomendables para disfrutar en mayúsculas de la pastelería francesa a la hora de la merienda, cuando desfila el fantástico carro de postres. También los preparan para los desayunos, la Terraza Diana, el restaurante Éclair y asimismo los encuentras en el Afternoon Tea. Date una vuelta por el Instagram de Miguel Costa (@costamiguel25) y te entrarán unos deseos irrefrenables de ir probar esta tarta de manzana y todas las maravillas que hace el gran equipo de pasteleros del hotel.
LA PASTISSERIA (BARCELONA)
Después de recomendaros sus tartas de limón, volvemos a la Pastisseria (Via Augusta, 166) para que los fans de las tartas de manzana prueben las dos variedades que prepara el campeón del mundo de pastelería, Josep María Rodríguez. La tarta Tatin, con base crujiente de almendra y manzana Reineta, en formato grande o en tartaleta individual. Y la más sofisticada, la Poma d'Or, un pastel de base crujiente sobre el que monta una de mousse de manzana al horno, capa fina de caramelo, compota de manzana Reineta, esponjoso de vainilla y bizcocho tierno de nueces.
NEGRO, NO TAN NEGRO (BARCELONA)
Para ponerle la guinda a una comida cosmopolita y desenfadada, Negro, no tan negro (Diagonal, 640) tiene preparada esta tarta de manzana con aroma de canela, tan apetecible cuando bajan las temperaturas. Un postre que se toma templado y que puede ser el preludio de un día de fiesta si reservas tu cena los jueves, viernes y sábados cuando la noche se alarga hasta las 2:00h de la madrugada con música de Dj y copas. Negro comparte local con Rojo, que está en la parte de abajo, una taberna japonesa con cocina a la vista y mesas compartidas.
RESTAURANTE ALAMEDA (FUENMAYOR, LA RIOJA)
¿Sabes cuál es el postre que más se pide en el restaurante-parrilla Alameda de Fuenmayor? Exacto. Su tarta fina de manzana. Hacemos un poco de spoiler si aún no la has probado y te contamos cómo la elabora Esther Álvarez, su creadora y jefa de cocina: "Primero, se hornea la base de hojaldre con una pincelada de huevo y azúcar. Después, se pone una crema natilla ligera y encima las láminas de manzana cortadas muy finas. Se vuelve a pintar con huevo y azúcar y se mete al horno hasta que está perfecta (unos 10 minutos)". Con una pincelada de confitura de albaricoque se consigue ese brillo tan atractivo con el que sale a la sala del restaurante despertando pasiones. Se sirve caliente... ¡y está deliciosa!
RESTAURANTE BOCAÍTO (MADRID)
Hasta el mismísimo Brad Pitt ha sucumbido a los encantos de la tarta de manzana de Bocaíto (Libertad, 6). Y no es para menos. Este restaurante con aires de taberna flamenca lleva 52 años en el barrio de Chueca ofreciendo un tapeo fabuloso en la barra, con esos 'bocaítos' que son pura delicia (¡la tosta de foie de bacalao y caviar es una locura!). Y dentro, en el comedor, guisos y recetas tradicionales con una calidad excepcional. Llegamos al postre. Y aquí Pilar, su dueña, defiende esta tarta de manzana, de altura (más de 8 cm), con la fruta picada que forma una dulce compota al hornearse y se acompaña de helado de vainilla y nata recién montada.
MOTTEAU (MADRID)
El savoir faire de la pastelería francesa y la sensibilidad de Juan Manuel D'Alessandro (nacido en Buenos Aires) impregnan cada una de las recetas de Motteau (San Pedro, 9), una adorable pastelería con obrador a la vista que se ha convertido en toda una referencia en Madrid. La encuentras en el barrio de Las Letras y es imposible pasar por su puerta y no entrar. Su tarta de limón está entre sus top ventas, pero la tarta de manzana no se queda atrás. La prepara al estilo Tatin, con la fruta confitada en caramelo de mantequilla y azúcar, es golosa y ¡tan, tan, tan jugosa!
LA ORIENTAL SIN GLUTEN (MADRID)
La Oriental (Ferraz, 47) es una pastelería con solera. Y con un gran corazón. Después de décadas poniendo el sabor dulce en el centro de Madrid, ha abierto un local justo al lado de la pastelería 'madre' donde se replica absolutamente todo pero sin gluten. Y todo gracias al esfuerzo de su dueña, Celia, que ha puesto mucho amor, sí, pero también mucho trabajo de investigación (e inversión), de prueba y error, hasta conseguir unas recetas perfectas en sus elaboraciones sin gluten que tanto aplauden los celíacos. La tarta de manzana es una de esas tartas que puedes encontrar tanto en formato individual o bien un formato más grande (de hasta 12 raciones).
EL HORNO DE BABETTE (MADRID)
Es uno de los obradores de pan más valorados en la capital, pero en el Horno de Babette (Ayala, 79) también vas a encontrar tartas y pasteles muy sabrosos e igualmente elaborados con productos ecológicos y de primera calidad. Beatriz Echevarri nos explica cómo es su tarta de manzana. Para empezar, lleva una buena cantidad de fruta, "alrededor de 225 g, se hornea en horno de piedra y por encima lleva polvo de manzana que conseguimos desahidratando la piel de las manzanas eco en el horno, mezclado con una pizca de azúcar, y el brillo lo hacemos con un glaseado de los corazones de las manzanas, así se aprovecha todo". La base es de hojaldre, que se elabora con harina ecológica, mantequilla francesa, y azúcar. Se venden enteras, son de tamaño mediano, alrededor de 15 cm, para cuatro buenas raciones.
DESENCAJA (MADRID)
Iván Sáez propone un menú otoñal en Desencaja (Paseo de la Habana, 84) donde la caza y las setas no pueden faltar. Y de postre, esta tarta fina de manzana, "porque la manzana es también un producto de temporda y en noviembre encontramos las mejores variedades". Para la suya usa utiliza la Reineta, la Golden o la Granny Smith. Una masa fina de hojaldre sirve de base en la que montar "un abanico de láminas de manzana, se pincela con huevo y la horneamos apenas 15 minutos", explica Iván. Para acompañar, helado de vainilla y compota de manzana. ¡Y prepárate para disfrutar!
MANU JARA (SEVILLA)
A falta de una, aquí tienes dos tartas de manzana para elegir: la fina de hojaldre o la rústica. Y no es tarea fácil porque cada una tiene su encanto. Su autor es Manu Jara, un pastelero formado en las mejores escuelas francesas, que ha pasado más tarde por pastelerías de renombre y grandes restaurantes (fue jefe de repostería en el madrileño Zalacaín que llegó a tener tres estrellas Michelin) y ahora su 'reino' dulce está en Sevilla, concretamente en Triana. Puedes probar sus delicias en Nervión (calle Benito Mas y Prat, 6), en Bocasú, el puesto (5-6) del Mercado de Triana y, a un paso, en su tienda-escuela de la calle Pureza, 5. Pero también te toparás con sus postres en los mejores restaurantes de la capital andaluza... o en la pantalla de la televisión. Mucho arte el de Manu Jara.
MAMARRACHA (SEVILLA)
La pequeña fachada engaña. Dentro, Mamarracha (Hernando Colón, 1), un coqueto restaurante a un paso de La Giralda sevillana, esconde un local amplio donde uno de sus puntos fuertes se adivina nada más entrar: la cocina a la parrilla. Y no solo las carnes y pescados pasan por la brasa. También lleva un toque ahumado uno de sus postres, esta tarta de manzana con base quebrada y crema pastelera que se termina en el horno de carbón y puedes probar de postre o disfrutarla a la hora de la merienda.
LA TAHONA DE SOTILLO (ÁVILA)
En 1912 la Tahona de Sotillo empezó a hacer pan para el pueblo, Sotillo de la Adrada, en Ávila. Y así sigue. Quien amasa y hornea ahora es el bisnieto, Ángel J. Rodríguez, que ha conseguido poner este pueblo abulense en la lista de las 80 mejores panaderías de España, la Ruta Española del Buen Pan. Muchos le reconocen como el creador del pan de patatas revolconas, típicas de la provincia, pero también por los mantecados tradicionales, las magdalenas y algunos dulces sencillos y naturales como la Tarta de manzana de hojaldre supercrujiente que Ángel prepara en planchas pero también por encargo en la forma y raciones que le pidan.