Llega el momento de romper los huevos y batirlos. “Son 7. Hay que echarles 7”, aseguraba con contundencia. Con cuidado, eso sí, de que, al cascarlos, no se desprenda ningún fragmento de cáscara. En esto Cepeda no ha terminado de depurar su técnica… “Esto es lo que pasa por querer ir de pro. Que ahora hay que quitarle las cascaritas….”, bromeaba.