Ruta gastro: Tomates que (de verdad) saben a tomate... ¿a qué restaurantes 'peregrinar' para degustarlos?

En La Huerta de Carbaña (Madrid) no faltan nunca los tomates, servidos en ensalada, cortados en rodajas y con un sencillo aliño de aceite de oliva virgen extra y sal.

El tomate antiguo de Tudela es carnoso, lleno de sabor, cogido de la mata bien maduro. Es el plato estrella en la carta de verano de Floren Domezain, en Castelló, 9 (Madrid)

Tomate rosa de Barbastro (Huesca). Grande, carnoso y de piel fina. Lo produce la Asociación de Hortelanos del Alto Aragón.

Toamte en tres texturas con el tomate Rosa de Barbastro, se acompaña de una espuma y una sopa fría de tomate en el momento de servir en la mesa. Restaurante Trasiego (en Barbastro).

En La Huerta de Carabaña (Madrid) se seleccionan las mejores semillas de tomates y entre todas las variedades, el moruno es la estrella.

Una forma original de presentar la "ensalada de tomate" en La Huerta de Carabaña (Jorge Juan, 18 y Lagasca, 32)

Los tomates de Angelita Madrid llegan de su huerta de Zamora. La variedad: corazón de buey, grandes y jugosos, con los que preparan ensaladas, pisto y gazpacho.

David Villalón se encarga de la coctelería en Angelita Madrid y aquí puedes probar su original Bloody Mary Sanluqueño con los tomates OX corazón de Buey de su huerta. 

Tomate raf en ensalada del restaurante Juan Moreno, en Vera, donde se celebran unas jornadas dedicadas a este tomate 'pata negra'.

Tomate ramallet o mallorquín. Se forman ristras para colgarlos y conservarlos durante los meses de invierno como se hacía de forma tradicional.

Pa amb oli con embutidos del Hostal Montuiri, en Mallorca. Se prepara con el tomate ramallet o de ramillete, típico mallorquín.