La cocina de Guerrero (en la imagen podemos ver algunas de sus creaciones) mezcla sin complejos ingredientes locales con otros llegados de Asia, Latinoamérica, etc. Pero la fusión no es, por su puesto, una meta por sí misma. 'Las reglas tienen que ser otras a la hora de cocinar: calidad, buen producto, buena materia prima, buena técnica, sabor, que lo que haces cuente algo, que sea verdad, que sea honesto, que no responda solo a tendencias o a modas sino a un discurso personal… Y a partir de ahí, ¡cuenta lo que tú quieras!', nos explica el chef vitoriano.