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7 platos típicos de Cuenca que no puedes perderte

Esta ciudad tiene numerosos atractivos para visitarla y disfrutarla. Y la gastronomía es de los más importantes. Descubre algunos de su platos típicos y disfruta de su riqueza en la cocina


Actualizado 10 de agosto de 2023 - 11:36 CEST
int morteruelo age© Age Fotostock

Su encantador casco histórico, las emblemáticas Casas Colgadas y el fascinante Museo de Arte Abstracto, así como sus encantadores pueblos y los impresionantes espacios naturales de las hoces del Huécar y del Júcar, ofrecen una maravillosa experiencia para el visitante. Sin embargo, un elemento que indudablemente añade un toque distintivo a Cuenca es su enorme y, a veces desconocida, tradición culinaria.

Cada vez viajamos más movidos por la buena comida y Cuenca es un destino ideal -elegida Capital Española de las Gastronomía 2023- para probar sus múltiples productos y sus recetas más tradicionales -aunque también es posible dsifrutar de grandes restaurantes de cocina creativa y otros muchos bares o tabernas para degustar las mejores tapas y raciones, acompañadas de buenos vinos de la tierra-.

Leer más: el truco infalible para reconocer un buen Manchego y que no te la den con queso (falso)

En Cuenca vas a encontrar buenas carnes, quesos, mieles, ajos, caza... y su famoso resolí, un licor de café, brandy y anís.

Cuenca tiene una gastronomía tradicional y popular que no podemos dejar de probar, con platos únicos, muchos de ellos con productos de la tierra que sólo puedes probar aquí.

Son, por lo general, recetas de cierta contundencia, quizás más de invierno que de verano, pero hay algunas elaboraciones que tampoco vienen mal en esta época, como el mojete, el ajoarriero o los zarajos. Aquí tienes 7 de los platos más emblemáticos y representativos de Cuenca.

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Receta de ajoarriero conquense

Bacalao, patata, ajo y aceite son sus ingredientes principales para formar una especie de paté conocido como ajoarriero. Recibe otros nombres como 'atascaburras' o 'ajo mortero', porque lo suyo es emulsionarlo todo en un mortero. Se suele tomar templado o caliente, pero hay quien también lo hace en frío.

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Gachas manchegas

Su ingrediente principal es la harina de almortas, obtenida a partir de las semillas secas y molidas de la planta del altramuz. También se conoce como harina de titos y forma parte de estas gachas imprescindibles de la cocina castellano manchega. Se acompañan con chorizo y panceta. Vale, no es ligera, ¡pero está de muerte!

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Receta de morteruelo

Este es otro de los platos emblemáticos de la gastronomía conquense más tradicional y popular. Se trata de una especie de picadillo de sabor intenso y con una textura densa que se sirve con pan para untar.

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Zarajos con pimientos

Este es otra de las recetas imprescindibles de Cuenca, los zarajos. Que son tripas de cordero enrolladas, cocidas y cocinadas a la plancha, a la parrilla o fritas. Y se sirven con un majado de ajo, perejil y aceite de oliva. Los acompañamos con unos pimientos asados.

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Mojete manchego

Esta propuesta es perfecta para esta época más calurosa y así rompemos un poco la contundencia de la cocina conquense. Se compone de tomate, atún, cebolleta, aceitunas y pimiento morrón. ¡Y te va a encantar!

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Gazpachos manchegos

Nada tienen que ver con el tradicional gazpacho andaluz, aunque de tradicionales lo tienen todo. Conocidos también como gazpachos galianos, se trata de un guiso con carnes y uns tortas llamadas cenceñas. Un plato de lo más contundente y propio de la cocina manchega más popular.

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Receta casera de alajú

El alajú de Cuenca suele estar compuesto principalmente por miel, almendras y, a veces, también contiene nueces. A diferencia de otras versiones de este dulce que incorpora frutas confitadas, el que se hace en Cuenca tiende a mantener una composición más sencilla, destacando los sabores naturales de la miel y los frutos secos.

Como ves, la cocina de Cuenca no solo es un deleite para el paladar, sino también un reflejo de su rica historia y tradiciones arraigadas. Con ingredientes autóctonos y recetas transmitidas de generación en generación, cada plato cuenta una historia única de esta tierra