Noche de repesca en MasterChef, esperadísima porque son muchos los aspirantes que abandonaron las cocinas y querían una nueva oportunidad. Entre ellos por supuesto Marta, la última expulsada, y Laura, que finalmente fueron las elegidas en una prueba de exteriores que tuvo como escenario una de las joyas del patrimonio nacional: el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Marta, Roberto, Rachel, Karla, Frank, Carlota, Larraitz, Tuki, Sergio, Jeremy, Leti, Laura y Merce fueron los encargados de replicar algunos platos propuestos por el chef Daniel Ochoa, con los que tenían que alimentar a 105 invitados. Los aspirantes que quedan en el concurso se dividieron en dos equipos capitaneados por Jotha y Ana (fueron elegidos porque son los que más veces han llevado el delantal negro): con Jotha fueron Álex, Eneko, Lluís, Luca y Claudia, mientras que con Ana se quedaron David, Camino, Pilu, Jorge Juan, Fray Marcos y Francesc.
Como ocurre en cada prueba, los nervios y la tensión provocaron algunos percances. Camino tuvo que salir corriendo de la cocina debido a un corte, mientras que la presión agobió mucho a Roberto, que no logró presentar ninguno de sus platos. Aunque los capitanes fueron alabados por su manera de liderar a sus compañeros, el equipo ganador fue el de Jotha, que tuvo menos fallos que su oponente. Entre los excompañeros, brillaron Marta y Laura que volvieron a la competición sin saber que les esperaba una desagradable sorpresa en plató.
Como había sido elegido el mejor de la prueba por equipos Jotha tenía el destino de sus compañeros en sus manos. Le dieron una manzana y tenía dos opciones: “Si la muerdes todos tus compañeros salvados van a eliminación menos tú que te salvas y tienes inmunidad la semana siguiente; si no la muerdes, te quedas igual”. En muchas ocasiones, el aspirante ha recalcado que considera el talent solo como una competición así que escogió la primera opción y ¡mordió la manzana! El disgusto de sus compañeros fue notable. Todos se enfrentaron a una prueba de eliminación que precisamente tenía la manzana como protagonista.
Tenían que replicar postres con esta fruta realizados por Ona Carbonell y Raquel Meroño, Belén López, Eva Micaela, Vicky Pulgarín, Marta Verona e Iván Mariña y el resultado no fue igual para todos. En la cuerda floja quedaron Laura y Lluís, con recetas que fueron calificadas como “un horror” y, en el caso de Laura, además “una forma de trabajar muy deficiente”. Fue finalmente la tarraconense la elegida para abandonar el programa y, muy enfadada, se enfrentó a Jotha. “El karma te lo va a devolver” sentenció disgustada. “Es un concurso y no pasa nada. A ser buenas personas se aprende en casa" concluyó antes de volver a abandonar las cocinas.