Las sorpresas nunca dejan de sucederse en las cocinas de MasterChef celebrity. La final prometía emociones y las ofreció pues, contra todo pronóstico, Patricia Conde quedó fuera del duelo final a pesar de que partía como una de las favoritas. Sin duda esta edición ha estado muy reñida pues los concursantes tenían armas muy poderosas con las que enfrentarse a las pruebas, una mezcla de talento y esfuerzo que les ayudó a llegar a la última fase.
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Sin embargo, la situación hizo mella en la actriz y presentadora que, tras la emisión de las primeras pruebas -'MasterChef Celebrity 7' dividió su final en dos programas-, compartió sus sensaciones con sus seguidores. “Un día nos dijeron ‘esto es un show, no un programa de cocina’. Ha habido amor, ha habido guerras, yo siempre he sido partidaria del amor y del humor. Y cuando me gritan o no me tratan bien, no lo sé gestionar. Realmente en la final me bloqueé ante tanta presión, (que ya venía bloqueada desde que echaron a Isa), no solo la del cocinado, sino la de toda la gente que tenemos en frente dando órdenes y sobre todo de lo que dirán de nosotros en redes sociales después. Que ya sabéis algunas terribles consecuencias” comenzó la presentadora.
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Explicó que estaba muy agradecida a la experiencia y confesó que, cuando se siente vulnerable, su mejor arma es el sentido del humor. “Nunca había visto MasterChef y quise investigar desde dentro. Y les estoy eternamente agradecida por la oportunidad de que todos me hayan conocido y ahora sepan que soy actriz y no presentadora por ejemplo. Lo he dicho muchas veces, soy sensible y vulnerable y mi salvavidas es el sentido del humor. Nos dicen que cocinemos, que peleemos, que hagamos un show divertido, como los que nos ha ofrecido mi querido Xavier (Deltell)”. Repasó los momentos de tensión que se viven en el programa y contó que ella los afrontó como mejor sabe, con una sonrisa.
“Cada uno vive las experiencias a su manera, no todos somos iguales, a mi me gusta tratar a todos mis compañeros con respeto pase lo que pase, ayudar cuando he podido y en lugar de sacar el estrés gritando o insultando a los demás he preferido reírme de mí misma e inmolarme con un divertido show para quitarle hierro al asunto”. Continuó asegurando que la expulsión de Isabelle Junot o Nico Abad le pareció injusta y que se habría cambiado por ellos cuando les tocó abandonar el talent. “Quiero pedir perdón a mi familia (ellos saben bien que si no duermo no funciono), amigos, al equipo de MasterChef y a todos los que han creído en mí más que yo misma. ¿Pero, sabéis lo que os digo? Que el giro de la película era que Manu se llevara la chaquetilla porque se lo merecía más que nadie y me sobraban los motivos para frenar y dejar que me adelantara”.
Y siguió asegurando que no se considera tan competitiva. “Siento no haber sido más competitiva y ambiciosa, soy así… como habéis visto, tímida, algo rebelde y muy sensible… y payasita, y sobre todo no puedo con las mentiras y antes de ofender a un compañero o creerme mejor que nadie, prefiero reírme de mí misma y ofrecer un show. Lo vuelo a decir, la tele es mentira” concluyó. Su noche no fue fácil sin duda pues durante la prueba de exteriores en el hotel Mandarin Oriental Ritz tenía que elaborar junto a sus compañeros unos platos creados por Quique Dacosta en homenaje a 10 cocineras referentes en la gastronomía española.
Patricia reconoció en diversos momentos que le podía la presión, incluso tuvo que abandonar durante unos minutos el cocinado, mientras los jueces la animaban a cambiar su actitud y aseguraban que se había rendido sin luchar suficiente. "En diez año de programa, es la primera vez que vemos a una finalista que no quería luchar por la chaquetilla. Decepción total" señalaron en la valoración. La concursante explicó que había llegado sin fuerzas a esta recta final: “Estoy muy cansada, no he parado en estos últimos días y solo quiero dormir. Estaba nerviosa, me he sentido bloqueada y me hacía ilusión la chaquetilla, pero sé que ellos se lo la merecen más y van a luchar más. No sabía de dónde sacar la energía”. Lorena Castell y Manu Baqueiro se jugarán así el título en esta séptima edición del talent que tantas anécdotas y divertidas historias ha dejado a lo largo de sus entregas (entre ellas el esperado beso de Patricia y Manu). ¿Tienes ya tu favorito?