Si hay una hierba aromática que sobresalga sobre todas las demás, creemos que es el perejil, al menos en nuestro entorno. Nosotros siempre lo tenemos en casa, ya sea en una maceta o conservado en un recipiente con agua porque se lo ponemos como condimento a una gran variedad de platos, bien en la propia elaboración o bien como decoración. La trilogía sal, ajo y perejil está muy presente en la cocina española.
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El perejil es uno de los condimentos que más se utilizan en la cocina, en numerosas ocasiones acompañado con ajo y sal.
Su nombre científico es petroselinum sativum y estas palabras hacen referencia a que es una hierba u hortaliza comestible que de forma silvestre crece sobre las rocas pero que también se puede cultivar.
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¿De dónde procede el perejil?
Oriundo de la región mediterránea -hay quien dice que nace en la isla de Cerdeña por primera vez-, rápidamente el perejil se extendió por muchos otros lugares del mundo. En un principio, se usaba más con fines medicinales que culinarios -se le atribuyen multitud de propiedades- y era una hierba que se colocaba para honrar a los difuntos en la época de los griegos, pues para ellos tenía connotaciones de alegría, nacimiento y resurrección. Para los romanos era fuente de fortaleza y astucia.
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Hay dos tipos de perejil: el que tiene las hojas planas y el que las posee rizadas.
Es en la Edad Media cuando comienza a incorporarse en la cocina y se le atribuye a Carlomagno su difusión internacional al ordernar su cultivo en sus jardines por sus cualidades aromáticas. Llega a Inglaterra y a América en el siglo XIV y a Francia en el XVII donde se hizo famosa mundialmente por sus propiedades saludables, culinarias y también como planta decorativa.
Dos tipos de perejil que se producen en distintos lugares
Principalmente son dos las variedades más extendidas de esta hierba aromática: el que tiene las hojas planas, suaves al tacto, muy aromático tanto en nariz como en boca, que es el más utilizado en las cocinas de Italia, Grecia y España; y el crespo, con las hojas rizadas y más duras-que no tiene nada que ver con el perifollo- y un sabor más amargo, se emplea mucho en Francia, Inglaterra y Bélgica.
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Las numerosas propiedades saludables que tiene el perejil
Entre las las vitaminas que se encuentran en el perejil están A, B (B1, B2), C, G y E (tocoferol) y los minerales destacados son hierro, calcio, potasio, fósforo, así como proteínas, yodo o magnesio. Posee propiedades analgésicas, diuréticas, antiinflamatorias, anticoagulantes y antibacterianas; ayuda mejorar la insuficiencia cardiaca o eliminar cálculos en el riñón; contribuye a combatir la anemia, la falta de apetito y regular los niveles de azúcar en la sangre y fortalece el sistema inmunitario y el sistema óseo.
Además de en las comidas, se utiliza mucho en forma de aceites esenciales y en infusiones y es un aliado de la cosmética pues mejora el estado de la piel. Además de sus hojas, también se emplean sus semillas y sus raíces. Su estado fresco es el más indicado para beneficiarse al máximo de sus propiedades, pero también lo encontramos congelado o deshidratado.
Para elaborar salsas, el perejil es un ingrediente con una gran presencia en todas las cocinas del mundo.
Algunos usos del perejil en la cocina
Se trata de la hierba aromática más utilizada en la cocina especialmente como condimento -y también como elemento decorativo para acabar cualquier plato-. Forma parte del tradicional bouquet garnie para aromatizar guisos junto a otras hierbas, dentro de un ramillete.
El perejil aporta sabor y frescor y es un ingrediente insustituible en muchas elaboraciones como salsas -imprescindible en la verde o la ravigote por mencionar alguna-, vinagretas, marinados y adobos, sopas, guisos, asados, fritos, mantequillas y aceites aromatizados, majados, picadas
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Hay millones de recetas que podemos hacer con perejil, pero hemos seleccionado 3.
Salsa verde
Acompañante ideal de ciertos pescados, especialmente de la merluza, esta salsa también puede ser contrapunto perfecto para otros alimentos o preparaciones culinarias. Dale un toque picante o no, a tu gusto, con un poquito de guindilla.
Pechuga de pollo a la parrilla con salsa de ajo y perejil
Las pechugas de pollo son uno de los ingredientes más socorridos que podemos encontrar. Es una carne ligera, sana y que admite infinitas formas de cocinado. Una de ellas, y como más rica resulta, es a la parrilla. Como tiende a quedar algo seca, nada como añadirle alguna salsa o condimento que le aporte jugosidad. En esta receta, optamos por una salsa verde hecha con ajo, perejil, aceite y sal.
Langosta a la mantequilla de perejil y limón
La langosta es uno de los mariscos más apreciados gastronómicamente, de la familia del bogavante, pero sin sus grandes pinzas, y emparentada con los cangrejos de río. Es ideal para calderetas, arroces, fideuás... pero también para preparar cocida o a la brasa, como en la siguiente receta, en la que vamos a impregnarla de una mantequilla de perejil y limón.
Vinagreta clásica con perejil
La vinagreta es una salsa emulsionada gracias a una grasa (aceite, mantequilla, yogur, nata...) que suele contener un ingrediente líquido ácido como el vinagre. Se puede sazonar con sal, condimentar con multitud de especias y hierbas aromáticas y enriquecer con multitud de ingredientes. En este caso, nos decantamos por la vinagreta clásica que suele usarse para aderezar todo tipo de ensaladas. Aunque le añadimos un toque de perejil, mejor fresco que realza el plato.
Ensalada de garbanzos, tomate y perejil
Esta ensalada no puede reunir más ventajas: resulta sencillísima y rápida de hacer (para su preparación utilizaremos garbanzos de bote ya cocidos; una grandísimo 'aliado' que no debería faltar en nuestra despensa). Además, la presencia de legumbres y verduras frescas entre sus ingredientes principales la convierten en una opción saludable, cargada de propiedades nutricionales (vitaminas, fibra, proteína de origen vegetal). Pero es que además... ¡está riquísima!
En conclusión, el perejil se erige como un ingrediente esencial que trasciende su papel como simple adorno en los platos, revelándose como un tesoro culinario cargado de historia y beneficios para la salud y con multitud de usos en la cocina. A medida que exploramos sus diversos usos en la cocina, nos damos cuenta de su versatilidad para realzar sabores en sopas, ensaladas, salsas y mucho más.