A medida que avanzan las semanas, las pruebas de MasterChef celebrity van aumentando el nivel de exigencia por lo que los concursantes se enfrentan a recetas más complicadas. Esto, unido al gran número de comensales para quienes tienen que cocinar en una de las pruebas, ha convertido el cocinado en equipo en un escenario de tensión en el que los desencuentros son cada vez más frecuentes. En los primeros programas ya comenzaron a surgir algunos enfrentamientos entre Lorena Castell y Norma Duval, dos concursantes que se definen con mucho carácter y que, pasado el calor del momento, hacían las paces en plató. La situación se ha ido repitiendo en cada entrega, hasta el punto de que incluso la vedette hizo intención de abandonar el talent tras una de las peleas con su compañera (en una receta por relevos).
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Se calmaron las cosas, las hablaron y todo parecía estar en orden hasta que llegó la prueba en grupo en el Valle de Añana (Álava). Allí casi todos los aspirantes llegaron a su límite. Tenían que preparar un menú del chef Edorta Lamo para 65 comensales y divididos en dos equipos: uno capitaneado por Norma Duval y formado por Manu Baqueiro, Lorena Castell, María Escoté y Pepe Barroso; y el otro, con Daniela de Santiago como capitana y formado por Isabelle Junot, María Zurita, Nico Abad y Fernando Andina. Xavier Deltell se convirtió en el encargado de sazonar los platos de ambos equipos.
Metidos en faena, comenzaron los nervios y la tensión fue aumentando. Daniela se sintió desbordada por la capitanía y no lograba hacerse entender por sus compañeros. “No sé qué hacer, se enfadan por todo, es un momento de locura” aseguró desanimada. Norma tampoco logró hacerse con el equipo, que le corregía algunas de sus órdenes y pidió que dejaran de mandarle cosas cuando esa era su misión como capitana. “Me voy. Es brutal la presión de los compañeros, me siento atacada por todos. Ya no me siento integrada, hay unos grupos organizados ya y sobro aquí. Estoy muy mal” explicó entre lágrimas a Samantha Vallejo-Nágera que trataba de poner un poco de paz entre los compañeros. “Están intentando sacar adelante los platos, no te atacan solo quieren sacarlo” le decía la jueza.
“Que te deje de molestar que te digan que haces algo mal. Y que te lo diga yo te molesta ya de base. No se puede tener la piel tan fina", respondía Lorena Castell, mientras que Pepe Barroso manifestaba también su opinión. “Admiro su carrera profesional y la respeto por encima de todo, y como persona no la juzgo, pero la falta de humildad y el ego me molesta. Y sobre todo el victimismo no lo tolero. Considero que ha habido mucha hipocresía por su parte y eso me ha decepcionado", apuntaba. A pesar de todo, el equipo resultó ganador de la prueba pues finalmente lograron elaborar bien sus recetas. “En el cocinado hubo mucho fuego y las cosas que molestan hay que decirlas en el momento, pero es verdad que luego hay que ser compañeros y hay que vivir” apuntó Lorena, suavizando el desencuentro. Norma fue no obstante a la prueba de eliminación porque María Escoté salvó a Daniela y le dio el delantal negro a la vedette en su lugar (la próxima semana se enfrentará a la expulsión).
Tampoco fue sencilla esta última propuesta. A los nervios que provoca estar en la cuerda floja se unió un postre, una piña de repostería, receta con un bizcocho borracho en el centro rodeado de compota, mousse de chocolate blanco y lima y glaseado de chocolate blanco, con hojas de fondant. Complicadas elaboraciones que llevaron al borde de las lágrimas a Nico Abad. Bloqueado, aseguró a Jordi Cruz cuando se acercó: “Estoy a punto de marcharme, pero no lo hago por respeto al programa. No puedo ni hablar”, dijo. La misma tensión que bloqueó a Fernando Andina que, aunque presentó su propuesta, no pasó los filtros necesarios del jurado y resultó expulsado.