Las cocinas de la novena edición de MasterChef ya se han encendido. Este martes, 13 de abril, Televisión Española daba el pistoletazo de salida a la temporada más completa, solidaria y con el casting más espectacular hasta a la fecha. Tras superar unas duras pruebas durante semanas, solo los 50 mejores candidatos de entre los 70.000 inscritos luchaban en los fogones del talent culinario por conseguir el delantal que les acreditara como concursantes. Así, Amelicious, Meri, Jiaping, Ofelia, María, Alicia, Vero, Dani, Álex, Arnau, Toni, José María, Fran, Pepe y Jesús, quien se convertiría en el expulsado al final del programa, lograban hacerse con una plaza en el formato más exitoso de la cadena pública para viajar hasta Mallorca, destino líder en turismo seguro, sostenible y de alta calidad, en su primera prueba por equipos.
LEER MÁS: Vuelve MasterChef con más nivel de cocina que nunca
LEER MÁS: María Castro: 'la cocina gallega, y sobre todo sus productos, me corre por las venas'
Los participantes debutaban con un cocinado solidario, tomando el relevo de la Asociación Zaqueo y preparando 150 raciones, en el Parc de la Mar, donde confluyen la Catedral de Mallorca y el emblemático Paseo Marítimo de Palma. Cada equipo cocinaba dos platos con algunos de los productos locales más sabrosos de un menú diseñado por los chefs Maca de Castro y Santi Taura, ambos con una estrella Michelin, quienes pasarían por las cocinas para vigilar de cerca que todo saliera bien. Arnau, Álex, Jesús, María, Ofelia, Amelicious y Toni, del equipo azul, se fiaban demasiado de su rápido cocinado y finalmente eran los peores tras haber dejado la coca mallorquina poco hecha. "Que os sobre tiempo para bailar y cantar, me hace sospechar", explicaba Jordi Cruz a los concursantes tras el canchodeo que habían tenido. "Jesús, has sido chapucerillo. Has ido cortando a ojo y sin contar. Poco efectivo", añadía el chef.
LEER MÁS: Jordi Cruz, sobre los rumores de su salida de MasterChef: 'La gente dice muchas tonterías'
Toni era elegido como el mejor de su equipo y los jueces le ofrecían la ventaja que él quisiera, por lo que decidía salvarse y continuar una semana más sin tener que enfrentarse a la prueba de expulsión. De vuelta al plató, los delantales negros se enfrentaban a su primera caja misteriosa. Dentro encontrarían una lamprea o vampiro de agua, uno de esos animales que, por su aspecto y su historia, no deja indiferente a nadie. Es un pescado azul que tiene 500 millones de años, que desde el punto de vista nutricional no tiene desperdicio y que era la primera vez que se cocinaba en el talent culinario de TVE.
En España solo se puede pescar en las aguas de Galicia, y desde allí acudía al plató el chef Pepe Solla, con una estrella Michelín, encargado de mostrar a los aspirantes qué se puede elaborar con este ingrediente tan desconocido como exquisito. Todos los concursantes ponían el grito en el cielo al ver el pescado y al conocer que debían cortarlo y cocinarlo en su propia sangre, pero finalmente Jesús era el que menos convencía a los jueces y terminaba siendo el primer expulsado de esta novena edición. "El arroz está pasado, la torrija muy aceitosa y no lo has limpiado bien porque has dejado el limo y has tenido que echar mucho picante para disimular", explicaba Jordi. "Me sabe a barro, a tierra", añadía Samantha. "Normalmente lo hago mejor, pero estoy encantado. Muchas gracias. De los que había prefería irme yo", decía el concursante antes de irse.