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Tras la expulsión de Celia y Asier en el programa anterior, en el que también Manel y Adriana volvían como concursantes de pleno derecho a los fogones de MasterChef Junior gracias a la repesca, los aspirantes de esta octava edición se enfrentaban a una semifinal de vértigo en la que tenían que darlo todo y demostrar que son los mejores para llegar a la gran final. Para ello, debían cocinar diferentes recetas tradicionales con sus abuelos (Henar era la ganadora de esta prueba), uno de los momentos más emotivos de la noche, en un reto cargado de magia y terror. Y es que los jueces les daban la bienvenida a los más pequeños convertidos en tres personajes ‘de miedo’: La Monja (Samantha), Freddy Krueger (Jordi Cruz) y Pennywise (el famoso payaso de Stephen King de la novela It, encarnado por Pepe), todos ellos acompañados por el conocido ilusionista Jorge Blas, quien les hizo algún truco en directo. Tras la prueba de exteriores y la de eliminación, finalmente Manel, Adriana y Antony se convertían en los concursantes con menos puntos y debían abandonar el plató, dejando como finalistas a Henar, Javi, Aurora y Nico.
© TVEUna anguila viva, detergente como sirope o batalla de tartas: recordamos los mejores momentos 'MasterChef Junior'
En la prueba de exteriores el programa se trasladaba hasta Cantabria, donde los aspirantes tenían ocasión de conocer algunas de las maravillas del patrimonio de esta comunidad como la cueva de El Soplao y la cueva de Altamira. Allí descubrían la historia de las pinturas rupestres más valoradas del mundo y se enfrentaban divididos como siempre en dos grupos para elaborar varios platos con muchas técnicas de vanguardia. Para aconsejar a los semifinalistas, MasterChef Junior contaba con la presencia del reputado chef Óscar Calleja (al frente del restaurante cántrabro 'Annua', con dos estrellas Michelin). Entonces, el equipo azul, formado por Javi, Manel y Nico, ganaba y sumaba seis puntos más para su ranking. Así, el aspirante sevillano de 11 años (Nico) se convertía en el que más votos tenía y subía a la galería para ver cómos sus compañeros luchaban por llegar a la última gala.
© TVERepesca en MasterChef Junior en una noche de fútbol y miedo
Ya de vuelta al plató, las cocinas se trasformaban en una gran centralita telefónica donde los jueces hacían de operadores para pasar las llamadas a los aspirantes de sus mejores amigos, quienes les contaban qué elaboración debían preparar solo por teléfono, ya que los concursantes no podían leer ni ver la receta. Además, contaban con la visita de Martín Berasategui, el cocinero con más estrellas Michelin de España, dispuesto como siempre a animarles y transmitirles 'mucho garrote'. El reto era una locura y los pequeños se hacían un lío en el cocinado. Finalmente Manel, Antony y Adriana se quedaban a las puertas de la final tras no entender a sus colegas y haber hecho unas recetas que no se parecían en nada a las elaboraciones principales. Así, Javi, Henar y Aurora se sumaban a Nico como finalistas de la edición.
