Seguro que has oído hablar de él porque forma parte de los que están considerados como 'superalimentos' y como 'pseudocereales de moda', junto a otros como la quinoa, el teff o el bulgur. Esta semilla de reducidas dimensiones está repleta de propiedades nutritivas y ya era un ingrediente habitual de la dieta de las cultura precolombinas de América quienes, además de un alimento, lo consideraban una medicina y lo incorporaban a sus rituales religiosos -de ahí que durante un tiempo estuviera prohibido-.
Hay más de 800 especies de amaranto, que crecen sobre todo en Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina. Esta planta tiene unas pequeñas flores que albergan la semilla de amaranto, pueden ser de distintos colores y también se utilizan con fines decorativos.
La NASA ha calificado el cultivo de amaranto como Cells (Controlled Ecological Life Support System) por su capacidad para remover el dióxido de carbono de la atmósfera y proporcionar alimento, oxígeno y agua a los astronautas, que desde hace años lo consumen en sus viajes espaciales. Y también la ONU lo considera como uno de los ingredientes con mayor potencial alimenticio por sus propiedades nutritivas, su resistencia a la sequía y su gran rendimiento agrícola.
¿Qué beneficios y propiedades tiene el amaranto?
Rico en proteínas, hidratos de carbono, aminoácidos, vitaminas y minerales, el amaranto se considera un superalimento. Entre los beneficios que se le atribuyen para la salud están:
- Previene y es recomendable para tratar enfermedades cardiovasculares
- Ayuda a reducir los niveles de la presión arterial
- Es un antioxidante natural que ayuda a combatir el envejecimiento prematuro de las células
- Posee un bajo índice glucémico por lo que es ideal para los diabéticos
- No contiene gluten y por eso es perfecto para los celíacos
- Es recomendable en caso de problemas digestivos o de dificultad para asimilar determinados nutrientes
- Ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre
- Posee niveles notables de fibra por lo que regula el tránsito intestinal
- Mejora el rendimiento físico y mental
- Se recomienda para el tratamiento de la caída del cabello y para mantener suave la piel
¿Cómo se puede consumir el amaranto?
Como el resto de cereales, lo encontrarás en forma de semilla y de harina -también de aceite pero, sobre todo, en cosmética- y tiene tantos usos culinarios como el arroz o la pasta. Tostado, inflado o hervido son sus formas más habituales de cocinarlo para añadirlo a guisos, sopas, ensaladas, guarniciones, bebidas, etc.
El amaranto es perfecto para formar masas de hamburguesas y albóndigas en las que queremos prescindir tanto de la carne como del pescado, por eso es frecuente encontrarlo en las dietas vegana y vegetariana. Incluso, se agrega a numerosos tipos de elaboraciones dulces. Eso sí, si utilizamos la harina de amaranto para repostería o para elaborar panes hay que tener en cuenta que al no tener gluten las masas no crecen en el horno.
En otros países también se consumen sus germinados y sus hojas tanto frescas, como deshidratadas y/o molidas para utilizar como condimento de guisos y sopas.
Te presentamos 7 maneras distintas de cocinar con amaranto para que te animes a incorporarlo a tus platos, si es que no lo has hecho ya. ¡Un universo de salud y de sabores te espera!
Paso a paso: ensalada de amaranto y trigo sarraceno con verduras y queso feta
El amaranto es perfecto para añadirlo a tus ensaladas tanto cocido como tostado. En esta receta lo mezclamos con trigo sarraceno, varias verduras y queso feta, una receta súper nutritiva.
Paso a paso: sopa de amaranto y calabaza
Como si de arroz o pasta se tratara, el amaranto en este caso nos sirve para preparar una deliciosa sopa otoñal a base de calabaza y otros vegetales.
Paso a paso: tacos de gambas con amaranto, aguacate y cilantro
Pasamos una gambas por harina, huevo y unas semillas de amaranto, que le van a aportar un toque crujiente al marisco. Las serviremos dentro de unos tacos mexicanos en los que no faltan ni aguacate, ni cebolla morada, ni cilantro, ni lima.
Paso a paso: hamburguesas de quinoa y amaranto
Ahora que están tan de moda las hamburguesas de origen vegetal, sin carne ni pescado, te proponemos una versión hecha con quinoa y amaranto, entre otros ingredientes.
Paso a paso: chuletas de cordero con cuscús de amaranto y tomates
Para este plato, convertimos la quinoa en una especie de cuscús, que nos va a servir como guarnición de una chuletas de cordero, a las que también acompañamos con tomates.
Paso a paso: florentinas de chocolate, amaranto y almendra
Nos gusta mucho también el resultado que ofrece el amaranto en repostería. Lo empleamos para elaborar una galletas florentinas con almendra y chocolate.
Paso a paso: sándwich helado de plátano con galletas de amaranto y mijo
El amaranto lo puedes incorporar a tus platos en diferentes formatos: semilla, harina o inflado, como si fuera arroz. Así lo añadimos a una masa de galletas, que congelamos y luego rellenamos de helado de plátano con lima.