Harina, huevos, azúcar, mantequilla y levadura son sus ingredientes básicos. Con la mezcla de ellos se obtiene la masa para introducir en los moldes de magdalena antes de hornear. A partir de ahí, las variantes que podemos hacer para elaborar este bollo esponjoso y dulce -también los hay salados- son innumerables. Otros elementos que también podemos incorporar son leche, aceite de oliva, chocolate, frutas, frutos secos, vainilla, ralladura de cítricos, miel... Estas reinas de la repostería son famosas en el mundo entero tanto y nos solucionan tanto un desayuno o una merienda...o no nos engañemos...cualquier momento es bueno si la magdalena lo merece y estas, lo merecen.
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Tradicionalmente los moldes o cápsulas donde se horneaban las magdalenas eran siempre de papel pero hoy los encontramos de los materiales y colores más variados, aptos siempre, eso sí, para aguantar el calor, como la silicona, el aluminio... Incluso, encontrarás moldes de una pieza hechos con estos materiales, en cuyos agujeros se introduce la masa para meter directamente en el horno y evitar que se salga cuando suba.
Los moldes para hacer magdalenas pueden ser de papel, aluminio, silicona, etc.
¿Conoces la historia de las magdalenas?
Lo cierto es que el origen es incierto y existen distintas teorías al respecto. Hay una que lo sitúa en Francia en 1775 cuando Stanislas Leszczynski, rey de Polonia se dispone a ofrecer una cena en su residencia estival del Castillo de Commercy y pide a su cocinera que prepare para la ocasión alguna receta novedosa. Ella sorprende con unos pequeños pasteles de forma redonda, de textura muy esponjosa y fina. Tanto es así, que Leszczynski decide apodarlos con el nombre de su joven creadora, Madeleine, y enviar una muestra de estas pequeñas delicias a su hija María Leszczynski, esposa del rey Luis XV de Francia. De esta forma, la receta pronto comenzó a ‘propagarse’ por los grandes salones de la Corte de Versalles.
También hay quien atribuye la creación de este dulce abizcochado a las monjas del convento dedicado a María Magdalena ubicado en la misma localidad francesa y quien opina que el inventor fue el pastelero Jean Avice, que trabajaba en las cocinas del príncipe Tayllerand, al que se le ocurrió preparar una masa y hornearla en los mismos moldes que se usaban para hacer áspic o gelatinas.
Y aúnn existe otra teoría más que apunta a que estos pastelitos los vendía una joven, de nombre Magdalena, en el camino de Santiago y que los hacía como homenaje para recordar la concha de la vieira, emblema del peregrino.
Bate la masa durante unos minutos para que las magdalenas queden más esponjosas y ligeras.
Magdalenas caseras en 5 pasos:
- Bate 3 huevos con 125 gramos de azúcar hasta obtener una mezcla blanquecina.
- Añade 125 gramos de azúcar y sigue batiendo.
- Incorpora 75 gramos de mantequilla derretida -o aceite de oliva-, un chorrito de leche, 200 gramos de harina de repostería, una pizca de sal y 10 gramos de levadura en polvo.
- Bate todo bien durante un rato hasta obtener un compuesto liso y aireado y distribuye en unos moldes para magdalenas hasta 3/4 partes de su capacidad para que no rebosen en el horno.
- Hornea durante 5 minutos a 200ºC y 10 minutos más a 180ºC, deja que reposen un rato y cuando estén frías, consérvalas en un recipiente hermético.
Si te gustan las magdalenas con costra de azúcar, añádele un poco antes de hornearlas.
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Algunos trucos para hacer las mejores magdalenas
- Los ingredientes han de estar a temperatura ambiente para que la masa quede homogénea.
- La pizca de sal que añadimos a la masa potencia el sabor final.
- En lugar de mantequilla, puedes sustituirla por aceite de oliva. Te ayudará a que se conserven durante más tiempo.
- Tamiza la harina junto a la levadura para que la masa resulte aún más fina.
- No es imprescindible pero si dejas reposar la masa en la nevera unas horas, el contraste entre el frío y el calor hará que las magdalenas suban más en el horno.
- El copete se consigue precalentando a temperatura muy alta el horno, y si te gustan más lisas, ponlo a menos grados (unos 170).
- Si quieres que por arriba se forme una costra de azúcar, añádele un poco antes de meter las magdalenas en el horno.
5 recetas de magdalenas caseras
Hay pocas cosas más deliciosas que unas magdalenas caseras, sin conservantes, colorantes o aditivos de ningún tipo, con su esponjosidad y su punto de dulzor. La masa básica, como te decimos, admite otros ingrediente varios. Igualmente podemos preparar alguna cobertura para acompañarlas (aunque nos acercaríamos más a las cupcakes, y eso nos daría para otro tema), una vez que las sacamos del horno. Nosotros te proponemos hasta 5 recetas distintas de este esponjoso dulce, ideal para el desayuno o la merienda -del que también existen versiones saladas-.
Paso a paso: magdalenas de naranja con fideos de chocolate
Si te gusta el sabor a naranja, estas magdalenas te van a fascinar porque le ponemos a la masa la fruta de 3 maneras diferentes: esencia, la piel rallada y el zumo. Las terminamos con unos fideos de chocolate.
Paso a paso: magdalenas de nata con almendras
La nata se le añade a muchas masas de repostería para aportarles jugosidad. Y eso es lo que hacemos con estas magdalenas, a las que también pondremos unas almendras en láminas.
Paso a paso: magdalenas de manzana
La incorporación de algunas frutas a una masa de magdalenas convierte el resultado en algo más esponjoso y jugoso. En este caso, optamos por agregarle manzana, que también le aporta un delicioso sabor.
Paso a paso: magdalenas con pepitas de chocolate
Un clásico es agregarle a la masa de nuestras protagonistas unas pepitas de chocolate. Prueba con blanco, con leche, negro... y también le queda fenomenal combinar este ingrediente con algún fruto seco picado.
Paso a paso: magdalenas de avena con naranja y arándanos
Unos copos de avena a una masa de magdalenas le aportan un resultado muy interesante, sobre todo porque presentan una textura más crujiente que las tradicionales. ¡Anímate a probarlas!