Sí, quizás demasiados anglicismos -packaging, do it yourself, delivery- para definir algo que, no hace demasiado tiempo, ya se practicaba y que, en los últimos meses, ha tenido un crecimiento exponencial que lo reafirma como una práctica en auge: comida a domicilio saludable y sostenible. Bueno, igual lo de ‘sostenible’ es algo en lo que nos hemos hecho más conscientes últimamente. Te contamos en qué consiste esta tendencia, dónde puedes practicarla y, sobre todo, animarte a disfrutar de ella, siempre en casa.
Porque la clave ha sido esa, comer en casa. Un cambio en los hábitos de consumo que comenzó al inicio de este parón obligatorio y cierre de muchas oficinas, que ha puesto en valor la comida saludable y la importancia de cocinar con ingredientes frescos. Nos hemos dado cuenta de que hay que llevar una dieta sana, una tarea no tan fácil que requiere pensar en un menú de siete días, ir a comprar los productos necesarios al supermercado y, después, ir cocinando una a una tus recetas. Una práctica que se ha convertido en tendencia, que nos ha gustado y que ahora, con la lenta reincorporación a nuestros centros de trabajo o debido al propio ritmo que adquiere el teletrabajo en pleno mes de septiembre, nos es difícil mantener. Sin embargo, los hay que no dejan escapar lo que pide el consumidor y te envían la comida a casa, ya elaborada o para que tú la hagas, con opciones siempre saludables y, por supuesto, de una manera lo más sostenible posible. Porque esto también nos ha empezado a preocupar mucho.
‘Meal Kits’ o cómo cocinarte un plato preparado
No, no hemos hecho una asociación de opuestos, porque ya puedes pedir un plato preparado que te llega por piezas y al que tienes que darle una vuelta en la cocina para que esté listo para comer. Ésta es la opción que te da foodStories, una startup española que ha comenzado a enviar comida saludable basada en lo que llaman los meal kits, siempre sostenibles y buscando un impacto positivo en la sociedad.
Pero, ¿de qué impacto hablamos? De tres: obligarte a cocinar un poco a diario (no demasiado), hacerte saber la importancia que tiene comer a base de ingredientes frescos y reducir al máximo el uso de plásticos y los desperdicios que supone cocinar.
Funciona a través de un e-commerce en el que tú eliges un menú, recibes en casa el pack con los ingredientes exactos para su elaboración -siempre con productos frescos de temporada, de proveedores locales y en las cantidades justas para evitar el desperdicio de comida- y todo en envases de vidrio reutilizables que, como hacían nuestros padres y abuelos. Es lo que llaman el packaging recirculable: el consumidor devuelve los envases de vidrio para que sean esterilizados y reutilizables, como se hacía hace décadas. Las recetas son elaboradas por nutricionistas y consiguen evitar intermediarios que, al final, favorecen que los alimentos conserven sus máximas propiedades y se reduzca la huella de carbono asociada al transporte. Lo que en ¡HOLA! Cocina llevamos apoyando desde hace un tiempo, el conocido zero waste.
Un packaging cada vez más sostenible
Bolsas de papel kraft reciclado, hueveras de cartón reciclado y cajas de cartón reciclado. Un packaging que utiliza foodStories, pero que también han cogido grandes superficies como Mercadona o Lidl como modelo. Y es que ambas empresas han visto lo rentable de este tipo de propuestas y han lanzado sus ‘Listo para Comer’ (comparten hasta el nombre) este mismo año. Y se reafirman de cara a la vuelta a las oficinas.
Lidl empezó a principios de año, concretamente en enero, con precios muy competitivos y opciones vegetarianas (porque conocen la preocupación de sus consumidores por el comer cada vez más saludable), mientras que Mercadona anunciaba que acabaría con esta sección de platos preparados implantada en 850 supermercados (la mitad de los que tiene en España) y con la entrada de platos equilibrados a base de pescados y verduras. Es más, la gran mayoría de sus envases están fabricados en caña de azúcar o carbón.
Una práctica que también ha llegado a las grandes plataformas de comida a domicilio, como Just Eat que, hace unos días, anunciaba su colaboración con Dani García para su nuevo proyecto de delivery y en el que, como a casi todos sus clientes, les ofrece enviar sus platos en envases biodegradables, bolsas de papel ecológico, productos de cartón reciclado y bolsas térmicas de plástico reciclado. En una encuesta a sus clientes, el 80% de los establecimientos ya estarían dispuestos a comprar estos productos comprometidos con el medio ambiente para repartir sus pedidos. Y es que, según confirma Patrik Bergareche, director general para España, “como líderes de un mercado que necesita mucho material para el transporte de la comida entregada a domicilio, nos sentimos responsables de integrar la agenda de sostenibilidad en nuestra estrategia corporativa”. Dani, al menos, dijo que sí.
Tendencias que llegan para quedarse, como la que empezó el año pasado de comprar a granel y que, poco a poco, va haciendo más ruido, la de cocinar siempre en casa con el batch cooking o el movimiento realfooding y su guerra a los productos ultraprocesados. Al final, hasta los que no quieren (o no pueden) cocinar, tienen cada vez menos excusas.