,type=downsize)
El número de tipos de mariscos que tenemos en casa es bastante amplio. Puede incluso que no los conozcamos todos, aunque sí sus múltiples beneficios, comunes a todos ellos: tienen un muy bajo contenido en grasas, pero son bien ricos en proteínas, minerales y vitaminas. Por eso, no solo es que sean deliciosos, sino que son estupendos para incluir en nuestra dieta. Aunque algunos nos causen confusión, como es el caso de las gambas, las quisquillas y los camarones. Quizás la primera es la que más dominada tenemos, pero solemos definir la segunda como ‘un camarón pequeño’. Error: las quisquillas son un pequeño crustáceo con una calidad algo menor que la de un camarón y un precio también más económico. Y, además, están de temporada. Por lo que no te extrañe que te sirvan unas quisquillas cuando, en realidad, te han ofrecido unos camarones. ¿Quieres saber qué es lo que te han puesto en el plato?
Quisquillas vs Camarones
Ambos mariscos son ricos y saludables, pero sus nombres se intercambian por error, principalmente por su parecido tamaño. La creencia general es que la quisquilla es un camarón pequeño, pero, en realidad, se trata de otra especie diferente, de una calidad un poco inferior muy rica en yodo, calcio y proteínas. Se puede diferenciar, en fresco o cocinados, por su color, su tamaño y su sabor.
- Por su sabor: mucho más fino e intenso en el caso del camarón. De ahí que su precio sea más elevado.
- Por su tamaño: el tamaño de la quisquilla es apenas (y como mucho) de 5 cm, mientras que un camarón puede llegar hasta los 10 cm.
- Por su color: en crudo, el color de la quisquilla es más bien gris azulado, mientras que el del camarón es un tono parduzco. Una vez cocinados ambos, el color de la quisquilla es un rojizo bastante intenso, mucho más que el del propio camarón, que es más apagado.
- Por la forma de su cabeza: afilada y triangular en el caso de los camarones, cuadrada en el caso de la quisquilla.
- Por su cuerpo: en el caso del camarón, éste se divide en segmentos con pequeñas manchas marrones, blancas y amarillas.
Quisquillas vs Gambas
En realidad, las quisquillas, por morfología y color, deberían confundirse más con las gambas. Pero al tener un tamaño tan pequeño, no solemos cometer el mismo error que con los camarones. Y es que, en este caso, diferenciarlas es muy sencillo por estas otras dos características:
- Debajo del agua las quisquillas son prácticamente transparentes, mientras que las gambas no. Al cocerlas, las gambas tienen un color menos rojizo que el de las quisquillas.
- En cuanto a su carne, la de las quisquillas es un poco más dura que la de las gambas.
- Mientras la gamba tiene una cabeza alargada, con una especie de pico, la quisquilla no.
Tanto las quisquillas como las gambas o camarones son un marisco ideal para consumir en crudo, pero te vamos a proponer algunas recetas para que aprendas cómo cocinarlas en casa, con algunos consejos extra.
Paso a paso: patatas camperas con quisquillas
Las quisquillas suelen servirse enteras y cocidas en agua con sal y unas gotas de aceite. Sabremos que están listos porque éstos suben a la superficie y comienzan a flotar. El aceite se lo añadimos para darle cierta untuosidad, pues son bastante ásperas. Hazlo así antes de convertirlas en el ingrediente estrella de esta receta tan veraniega.
Paso a paso: rodaballo al vapor con quisquillas y salsa de bogavante
Otra forma de introducirlas en crudo o cocidas, es espolvoreándolas encima de cualquier plato de pescado, a modo de decoración, pero también para ser consumidas. Fíjate en cómo lo hacemos en esta receta tan elegante y resultona.
© AGE FotostockPaso a paso: tortillitas de camarones
El camarón, por su parte, puede consumirse tanto hervido como a la plancha en ceviches y ensaladas o, como en la provincia de Cádiz, en una base de harina de garbanzos, cebolleta y perejil para crear una de las recetas que nos tiene que hacer sentir más que orgullosos.
© Adobe StockPaso a paso: gambas a la barbacoa marinadas con salsa de tamarindo
Por último, una receta con gambas que, aunque nos sabremos muchas, también son parte de este artículo. El tamarindo con el que las marinamos es un fruto de sabor agridulce que proviene de África y que suele formar parte de postres, bebidas y, a veces, de una deliciosa salsa como la que baña este exótico plato.
© Adobe Stock
