Lo primero que deberíamos saber, antes de ponernos a decidir qué tipo es el que mejor nos puede sentar, es ¿qué es en realidad el chocolate? Es el resultado de la mezcla de semillas de cacao que se obtienen mediante la extracción de la manteca y el polvo del cacao al que se le añade posteriormente azúcar. Es decir, cacao + azúcar = chocolate.
Así, el tipo de chocolate dependerá de la proporción que incluyamos de estos elementos y su posterior mezcla con otros posibles ingredientes, como pueden ser la leche o los frutos secos. Todo ello dará lugar a un chocolate más o menos dulce, más o menos amargo. Por lo tanto, ten en cuenta que cacao y chocolate no son lo mismo.
Beneficios del cacao
Teniendo en cuenta esta diferencia, también es importante saber que el cacao en sí es rico en polifenoles, en particular, en flavonoides, que nos ayudan a regular la presión arterial, mejorar la circulación y dilatar los vasos sanguíneos.
Además, contiene teobromina, una sustancia muy similar a la cafeína, pero sin sus efectos estimulantes. Tiene un efecto diurético y relajante, funciona como un antidepresivo suave y natural y, de hecho, este compuesto es el responsable de que tengamos esa sensación de entusiasmo, felicidad o ánimo de hacer cosas cuando lo consumimos. Por último, nos ayuda a regular el tránsito intestinal porque contiene fibra insoluble, que es precisamente el tipo de fibra que se utiliza para prevenir el estreñimiento, acelerando el proceso de digestión.
Si lees las etiquetas de los chocolates que encuentras en el supermercado, podrás observar cómo un chocolate que se anuncia como chocolate puro puede confundirnos y hacernos pensar que le porcentaje de cacao que contiene es bastante elevado. Sin embargo, no es así. Por eso, lo que deberíamos hacer siempre es mirar los ingredientes que contiene y controlar las cantidades.
¿Qué ingredientes debe contener un chocolate negro?
En la etiqueta de un chocolate negro, tan solo deberíamos encontrar los siguientes ingredientes:
- Manteca de cacao.
- Cacao en polvo o pasta de cacao.
- Azúcar.
- Algunos suelen llevar vainilla u otros ingredientes.
¿En qué proporciones debo fijarme?
Sobre todo, sin duda alguna, en la cantidad de azúcar según el porcentaje de cacao.
- Chocolate con leche: 45% de cacao o menos con unos 46-64 g de azúcar por cada 100 g de producto. Esto es: 50-60% de la tableta es azúcar.
- Chocolate 70% de cacao, con unos 29 g de azúcar por cada 100 g de producto, es decir, el 30% de la tableta es azúcar.
- Chocolate 85 % de cacao, con unos 15 g de azúcar por cada 100 g de producto, llegando al 15% de azúcar.
- Chocolate 90% de cacao, con unos 7 g de azúcar por cada 100 g de producto, con lo que bajamos a un 7% de azúcar.
¿Cuánto chocolate puedo consumir a diario?
Lo ideal sería elegir un chocolate a partir del 85% de cacao o más. El que tiene un 70% de cacao sería un chocolate aceptable para empezar a acostumbrarse al sabor e ir subiendo poco a poco hasta acabar consumiendo el primero de ellos. Cumpliendo con esto primero, se podrían consumir entre una o dos onzas al día. Si sigues estas dos máximas, estarías consumiendo:
- Con un chocolate del 90% de cacao: 1,4 g de azúcar.
- Con un chocolate del 85% de cacao: unos 2,8 g de azúcar.
- Con un chocolate del 70% de cacao: llegarías a unos 6 g de azúcar.
- Con un chocolate con leche obtendrías unos 9 g de azúcar, que es más de lo que contiene el típico azucarillo para endulzar tu café.
Las nuevas variedades de chocolates sin azúcar o zero
Una de las novedades que hemos visto en los supermercados en estos últimos años son aquellos chocolates que vienen seguidos de los adjetivos sin azúcar o zero y que, efectivamente, no llevan azúcar. En su lugar, se les ha añadido edulcorante con sabor dulce maltitol o E-950 y un 0,003% de Stevia. El problema del primero, por ejemplo, es que puede ocasionar molestias gastrointestinales como hinchazón o gases y, además, tiene efecto laxante. Por eso, no se recomienda su consumo si se sufre de inflamación intestinal, colon irritable o intolerancias a la fructosa o al sorbitol. Estas personas, sin embargo, serán capaces de digerir el chocolate normal (ni zero ni sin azúcar) mucho mejor y siempre teniendo en cuenta usar un buen chocolate negro siguiendo los consejos que acabamos de ver. Además, el chocolate negro es perfectamente apto para los intolerantes a la lactosa.