Gusta tanto a niños como a mayores; su elaboración no presenta demasiadas dificultades (siempre y cuando cuentes en casa con una sartén bien grande); no resulta especialmente caro, y con uno solo puede comer toda la familia. Hablamos de uno de los bocados más ligados a la cocina asturiana: el irresistible cachopo. Ligado, eso sí, desde hace solo unas décadas. Y es que, en realidad, la historia de esta receta no es tan antigua como muchos piensan. Una de las muchas curiosidades relativas al cachopo que hoy queremos contaros:
Origen incierto
Aunque muchas teorías sugieren que fue a finales de los años 40 cuando el cachopo se vio incluido por primera vez en la carta de un restaurante (en concreto se apunta al año 1947 y al desparecido restaurante oventense ‘Pelayo’ como precursor), otras teorías señalan a un bar ubicado en la pequeña localidad de Ceceda (a unos 35 km de Oviedo) llamado ‘Casa Colo’. Según parece, a partir de 1960 su dueño comenzó a comercializar lo que allí siempre llamaron (y siguen llamando, puesto que el restaurante continúa abierto hoy día) ‘filete al queso’: dos filetes empanados y rellenos de jamón Serrano y queso de Cabrales.
¿Un tronco de árbol o un filete?
A pesar de que lo primero que nos viene a la cabeza a la mayoría al escuchar la palabra cachopo es ese delicioso filete empando que todos conocemos, en realidad, según la RAE, un cachopo es un ‘tronco seco y hueco del árbol’. Y es precisamente la semejanza de su forma la que dio nombre después a la receta.
El ‘hermano pequeño’
Y, hablando de terminología, dado que el cachopo suele tener unas dimensiones considerables, no es raro ver en algunas cartas su versión más pequeña: son los conocidos como cachopinos, ideales para una sola persona.
Ni San Jacobo ni Cordon Bleu
Sí, es cierto que tienen elementos comunes. Pero el cachopo, para serlo, deberá realizarse con dos filetes de ternera IGP asturiana (Indicación Geográfica Protegida), de gran tamaño, sellados y con un relleno de jamón y queso, para después empanarlo y freírlo. El queso elegido también ha de ser preferiblemente asturiano: Gamonéu, Cabrales, Vidiago, La Peral…
Mil y una variantes
Tal y como ocurre con decenas de recetas, el cachopo no es ajeno a todo tipo de versiones, sobre todo, en lo relativo a los posibles rellenos (podemos encontrar ingredientes como cecina, setas, espárragos, pimientos, etc). Pero también hay quien prefiere sustituir la ternera por otros productos como filetes de pollo, cerdo, incluso pescado.
Empanado ‘crunchy’ y ligero
Otro elemento que a veces se sustituye en la elaboración de cachopo es el pan rallado tradicional, por el panko, el pan rallado japonés, que ofrece una costra muy crujiente y ligera (el panko es miga de pan sin corteza, secada y convertida en copos, normalmente de mayor tamaño que el que presenta el pan rallado convencional). En uno de los programas de 'La Cocina de ¡HOLA!', Pepa Muñoz y Jorge Brazález nos presentaron ambas versiones.
En buena compañía
Aunque cada uno puede acompañar su cachopo como más le guste, la mejor 'pareja de baile' son las patatas fritas caseras. También son buenos acompañamientos las ensaladas, el pisto de verduras, unos pimientos asados o fritos... En algunos casos se acompaña también con una salsa de queso para bañar el cachopo en ella.
Los mejores cachopos de España
Son varios con los concursos y jornadas ligadas a esta receta. Pero quizá son dos lo que más repercusión mediática han alcanzado:
Por un lado, tenemos el ‘Concurso Mejor Cachopo de España’ que anualmente organiza ‘La Guía del Cachopo’ (nacida en 2012, ofrece una completísima relación de lugares donde se pueden degustar buenos cachopos), y cuyo pódium de 2019 quedó como sigue:
-Ganador: Restaurante El cogollo de la descarga (Madrid).
-2º Clasificado: Restaurante La charca (Madrid).
-3º clasificado: La Bodega de Miguel (Gijón).
Por otro lado, en el marco del congreso ‘Salón de Gourmets’ que Madrid acoge todos los años, se celebra desde 2017 el concurso 'En Busca del Mejor Cachopo Elaborado con Ternera Asturiana'. Campeonato que este año proclamó como vencedor al restaurante Merendero Covadonga. Esta sidrería tomó el relevo de los ganadores en ediciones anteriores: Casa Chema, (Oviedo) en 2018, y Casa Eutimio (Lastres), en 2017.