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Para Paco Roncero no es ninguna novedad recibir en su restaurante, ‘La Terraza del Casino’, a rostros conocidos. En sus mesas se dan cita con frecuencia personalidades del mundo de la política, la música, el cine, el deporte… Anoche, sir ir más lejos, este establecimiento madrileño, premiado con dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol, contó con la visita de Paula Echevarría y Miguel Torres.
La pareja pudo disfrutar de la aplaudida e innovadora cocina de Roncero (quien por cierto, contraía matrimonio hace escasas semanas, tal y como os contábamos en Hola.com). De hecho, fue el mismo Paco quien se encargó de ir guiando a la actriz y el futbolista durante la cena, explicándoles al detalle los pormenores de cada plato, según hemos podido comprobar a través de los stories que Paula ha publicado en su cuenta de Instagram.
Un verdadero festín gastro que arrancó con los habituales aperitivos. Entre ellos nos faltaron esas miniversiones que Roncero hace de la clásica pizza carbonara, unos bocados de jurel en escabeche y el ya clásico ‘Olivo Milenario’.
“Esto es una especie de cata de aceite de oliva, nosotros somos fanáticos de este producto. Así, en vez de tomarlo en cucharada o sorbito, reconstruimos las aceitunas, haciéndolas con aceite de oliva y su propio jugo”, explicaba el chef a la pareja.
Ese fue solo el comienzo de un larguísimo menú degustación, que cuenta con 25 pases, entre cuyos platos encontramos, por ejemplo, propuestas tan apetecibles como El huerto de Paco (otra receta mítica del cocinero, replicada hasta la saciedad, y elaborada a base de miniverduras ‘plantadas’ en una cremosa tierra de aceitunas negras).
Seguro que Paula y Miguel disfrutaron también mucho con otras delicias del menú como el Cupcake de gazpacho -un trampantojo de lo más refrescante-; la Gamba thai, plato que hace viajar al paladar a los sabores del sudeste asiático; el picante y delicioso Chilli Crab, particular versión del cocinero sobre esta conocida receta a base de cangrejo; o el magnífico Pichón en civet con crema de foiegras, platazo imprescindible para los amantes de la cocina de caza.
Como broche de oro, el momento más dulce: la hora del postre. O, mejor dicho, postres. El último de ellos quizá fue el más original... Bajo el nombre de Circus cake se trata de un carrito de tartas con forma de payaso, cada una de ellas con un sabor distinto: Praliné de avellana, chocolate y cacahuete; Tarta de leche tostada y cremoso de naranja; Bizcocho Sacher; Cremoso de piña y yogur; y Mousse de fruta de la pasión y plátano, con interior de albaricoque.
“Podéis elegir una a vuestro gusto… ¡o las cinco!”, les instaba, divertido, Roncero. No sabemos por cuál de ellas se decidieron finalmente Paula y Miguel. Lo que sí sabemos es que disfrutaron como niños de este exquisito menú (cuyo precio es de 185 euros, 110 euros más con maridaje de vinos). Al menos así se desprende del expresivo “¡¡¡Qué guay!!!!" que ninguno de los dos podía contener las tras las explicaciones del cocinero, y la espectacularidad de la propuesta gastronómica de este prestigioso restaurante. ¡A nosotros, nos hubiera pasado lo mismo!
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